La Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México informó que las muertes directas de Covid-19 fueron 511,081 fallecimientos; la Federación reporta 334,196 muertes. Mientras que el INEGI detalla una mortandad extra de 806,619 personas.

Dichas cifras surgen de las seis olas de la pandemia que surgieron en casi dos años, situación que sigue siendo polemizada por la Secretaría de Salud federal. En el caso de Querétaro, al 1 de abril de 2024, la Secretaría de Salud federal, tenía un total acumulado de fallecidos de 7,047 personas; de un total de 196,336 de individuos contagiados.

Detalla que los fallecimientos se concentraron mayormente en el centro del país; señalando que los estados con mayor letalidad de la Covid-19 han sido: Ciudad de México con 67 por ciento, Tlaxcala con 64 por ciento, Estado de México con 62 por ciento, Puebla con 58 por ciento, Morelos con 51 por ciento y Querétaro con un 49 por ciento.

Mientras que los estados con menor tasa de legalidad del virus fueron: Nayarit con 24 por ciento, Guerrero con 25 por ciento, y Yucatán con un 25 por ciento.

La Secretaría de Salud federal en su  acumulado del 2023 confirmó 20 mil 068 casos positivos a Covid-19, principalmente en las entidades de Ciudad de México (21.1 por ciento), Nuevo León (10.7 por ciento), Estado de México (9.7 por ciento), Puebla (7.0 por ciento) y Querétaro (5.8 por ciento), aspecto que reafirma que la entidad queretana mantiene su posición en el top10 de Estados más dañados por la enfermedad.

Cabe señalar que el país perdió de 4 a 4.6 años de expectativa de vida, un retroceso de 30 años, cifra de las más altas de todo el continente americano. México es el cuarto país con mayor muertes en exceso en tiempos de la pandemia, detrás de Perú, Bolivia y Ecuador. En el país, 6.4 personas de cada 1,000 individuos murieron a causa de la pandemia, de forma directo o indirecta.

Jaime Sepúlveda, ex director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y actual director ejecutivo de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California, y coordinador de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México, explicó que la ciencia no se ha quedado indiferente sobre el impacto de la pandemia en el país, pues existen virus muy peligrosos como la influenza y coronavirus que podrían ser las siguientes causas de muertes masivas de los mexicanos.

México debe aprender de la pandemia del Covid-19 que es la primera de otras que se tendrán en este siglo y se requiere de mayor aprendizaje de lo sucedido, subrayó. “Es una realidad que México dejó de cumplir diversos estatutos internacionales en materia de salud».

Aunque se tuvieron aciertos como fue la instauración del hospital de transición en el Centro City Banamex, que salvo vidas. El informe no busca influir en temas electoral, sino que debe entenderse que pasó y aprender que sucedió. No debe olvidarse que el virus sigue circulando y no se irá nunca. “Es lamentable que diversos funcionarios federales ni atendieron las solicitudes de entrevista y acceso a la información”.

Se informó que en México no se tuvieron apoyos significativos y el consumo interno apenas tres años después se comienza a recuperar. Ni olvidar que se perdieron 12 millones de empleos en los dos años de pandemia. Además que otros servicios se afectaron como fue la interrupción de un 93 por ciento de atención a la salud mental y otros padecimientos.

Otras cifras detallan que en el país, 215,281 niños y niñas quedaron huérfanos por la muerte de sus tutores por la pandemia. De 2020 y 2021, el número de muertes de personas de 35 a 44 años aumento 47 por ciento en comparación con 2019.

Por su parte, Julia Carabias, investigadora de la UNAM, explicó que se debe entender el impacto humano en los ecosistemas trastoca el equilibrio biodiverso provoca que los virus pasen a los humanos y sean catastróficas. Dichas alteraciones no fue atendida por el gobierno mexicano, pese a que el mundo ha entendido que la salud humana va ligada a la salud de la naturaleza, mientras que en México se mantienen amplios recortes a los organismos ambientales.

En el impacto económico de la pandemia se tuvo un millón de negocios cerrados; 10.6 millones de personas despedidas; 2.4 millones de puestos de trabajo cerrados de forma peemanente; 6.2 millones de individuos abandonaron la clase media y el PIB nacional descendió un 8.7 por ciento (cuya recuperación tardó 31 meses).

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