De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre Experiencias de Corrupción en Empresas, realizada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), un 48 por ciento de las empresas señalaron que un servidor público o una tercera persona les había solicitado algún beneficio, (como dinero, regalos o favores) para realizar, agilizar o evitar trámites, multas o pagos durante 2023.

Las entidades con menores índices de extorsión o corrupción fueron Guanajuato (35 por ciento), Querétaro (32 por ciento), Tamaulipas (32%), Coahuila (28 por ciento) y Durango (19 por ciento).

Se detalla que cada región del país vive de manera diferenciada este fenómeno. Entre las entidades representadas por la encuesta, la mayor incidencia se concentra en Baja California (67 por ciento), Puebla (65 por ciento), Quintana Roo (64 por ciento), Tlaxcala (63 por ciento) y Sinaloa (63 por ciento).

El documento señala que las tres razones principales señaladas por las empresas para participar en un acto de corrupción fueron directamente vinculadas con interacciones con las autoridades. Agilizar trámites fue la explicación principal para el 59 por ciento de las empresas involucradas, seguida de obtener licencias o permisos para el 39 por ciento y por último, para evitar multas, sanciones o clausuras, fue el 31 por ciento de los casos.

A pesar del crecimiento en la incidencia de corrupción, 73 por ciento de los empresarios decidieron no denunciar ante las autoridades. Las dos justificaciones más importantes para no presentar una denuncia son que los empresarios lo consideran un acto que no sirve para nada y, de manera preocupante, el temor a represalias. En el caso de las empresas que sí denunciaron, únicamente el 4 por ciento de los casos tuvieron un proceso que se sancionó.

En la presentación del estudio, el presidente nacional de Coparmex, José Medina Mora Icaza, aseguró que “en este reporte anual encontramos algunos avances, pero también algunos retrocesos. Hoy es claro que cinco de cada diez empresas experimentaron corrupción en el último año. Por otro lado, vemos como en los últimos seis años había ido bajando el porcentaje de empresas que experimentaban corrupción”.

Dentro de las buenas noticias, José Medina Mora añadió que ocho de cada diez empresas ya cuentan con instrumentos para lograr disminuir la corrupción, tales como códigos de ética, de políticas de auditoría interna y políticas anticorrupción.

La encuesta contiene aspectos positivos que muestran algunos de los pasos que ya se han dado desde el sector privado. Por ejemplo, 51 por ciento de las empresas cuenta con un código de ética, 29 por ciento tienen algún proceso de auditoría interna y 23 por ciento tienen una política anticorrupción específica. Sin embargo, existe todavía un espacio de mejora para el 20 por ciento de las compañías que reconoce no contar con ninguna medida para disminuir la corrupción.

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