Gustavo Ascenzo, director de negocios para América Latina de CCL Secure, empresa australiana enfocada en la fabricación y reciclado de billetes de polímero en todo el mundo, informó que México es la única nación de Latinoamérica con una instalación para el reciclado de billetes en mal estado, con una instalación ubicada en Michoacán.

Explicó que sus instalaciones donde laboran en aspectos de tratamiento y reciclado de polímeros, se cuenta con un ala de molienda y disolución de los plásticos de papel-moneda nacional, así como de otras naciones que exportan el insumo.

Indicó que ellos reciben los billetes ya en tiradas y desechos, como lo marca la ley, provenientes del Banco de México, posteriormente entran a los sistemas de vapor, molienda y reestructuración de polímeros, para finalmente volverse pellets, que son usados para otros productos plásticos. “No es un productos que se use para nuevos billetes, pues la ley no autoriza esa finalidad”.

El impacto ambiental de la fabricación de billetes depende de una amplia variedad de factores que incluyen, entre otros: el origen de su materia prima, la durabilidad y resistencia en circulación, la logística para la recuperación de billetes que alcanzan el límite de su vida útil y el posterior uso del material recuperado a partir de los residuos generados por los billetes que ya no son aptos para circular.

Los materiales obtenidos de los billetes molidos sirven para crear juguetes, rótulos, mesas, bancas, maceteros, plataformas, puentes, barandas, etc. Los billetes de polímero son 100% reciclables, mientras que los residuos de billetes de algodón al final de su vida útil por lo general terminan depositados en rellenos sanitarios, son incinerados y eventualmente se compostan.

Explicó que el trabajo de reciclado de billetes comenzó hace unos 10 años. En México la existencia de billetes con polímero tiene cerca de 20 años y que se manejan a la par de ejemplares de papel-algodón, pues los billetes con polímeros tienen el triple de vida, aunado a que su huella ambiental se minimiza hasta en tres veces. En América ya son 10 países los que han reemplazado billetes de algodón por billetes modernos de polímero.

Mencionó que en sus instalaciones reciben unas 100 toneladas de billetes de polímeros para ser reciclados, ello equivale a unos 120 millones de ejemplares de las denominaciones bajas. “Por las leyes del Banco de México, los billetes en mal estado no pueden almacenarse sino tienen que destruirse y ello permite su reciclado. No olvidemos que un 80 por ciento de los billetes tradicionales terminan en basureros sin ser reutilizados sus elementos.

El centro de reciclado de Michoacán representa el compromiso en impulsar su programa global de reciclado como una solución rentable y amigable con el medio ambiente. Aquí se recibe el residuo triturado de billetes de polímero provenientes de múltiples orígenes, entre ellos del Banco Central de México y se convierte en pellets de polipropileno para posteriormente utilizarlos en la elaboración de una amplia gama de artículos de plástico de larga duración”, comentó.

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