Un Informe sobre la Transición Energética en América Latina: estrategias, barreras y oportunidades, reveló que en México 43 por ciento de los profesionales del sector eléctrico e infraestructuras consideran la transición a fuentes de energía sostenibles es la mayor prioridad empresarial.

Respecto a la pregunta acerca de si la transición a la energía sostenible representa una oportunidad o una amenaza para su empresa, 52 por ciento de expertos consideró que se trata de una oportunidad significativa.

Mientras que los mayores retos a los que se enfrentan las empresas en términos de consumo energético son: 51 por ciento altos costos de transición a soluciones más sostenibles, 44 por ciento falta de fiabilidad del suministro y 24 por ciento dificultad para mantener el suministro en lugares remotos.

«Al observar los análisis obtenidos en este estudio, existe una clara tendencia en América Latina hacia un futuro energético más sostenible», dijo Hugo Domínguez, líder del Sector de Servicios Públicos/Infraestructura Eléctrica para América Latina y el Caribe de Aggreko –patrocinador del estudio-.

«Estos descubrimientos refuerzan la necesidad de un enfoque colaborativo entre empresas, gobiernos y entidades reguladas para crear un entorno más favorable para la transición energética en la región. Solo con una cooperación efectiva y estrategias bien planificadas, considerando los desafíos y oportunidades identificados, será posible promover esta transformación hacia un futuro energético sostenible», dijo.

Entre sus descubrimientos como región, está una preferencia por la energía como servicio (35 por ciento) como modelo de negocio, en el cual una empresa proporciona y gestiona todos los aspectos de infraestructura de energía para sus clientes, incluyendo instalación, operación, mantenimiento e incluso financiamiento.

Algunos países específicos se encuentran en sus escuelas, como Colombia, donde apenas el 13 por ciento se siente más cómodo con el modelo O&M (funcionamiento y mantenimiento), con un 55 por ciento prefiriendo «Energía como servicio». En Chile, la preferencia se invierte, con un 40 por ciento prefiriendo O&M.

La investigación también revela que las empresas tienen una visión general positiva en relación con la transición hacia fuentes de energía sostenible, con un 65 por ciento considerando una oportunidad significativa. Cerca del 34 por ciento de los encuestados ven la transición hacia fuentes de energía sostenible como una prioridad máxima y ya tienen planes sostenibles en vigor. Otro 20 por ciento se clasifica entre las tres principales preocupaciones relacionadas con los negocios.

Respecto a las fuentes consideradas protagonistas de esta transición, el 84 por ciento menciona la energía solar, el 72 por ciento la energía eólica y el 43 por ciento el agua. Además, las tecnologías emergentes, como la hidrogenación y el almacenamiento de energía de baterías, están ganando fuerza, indicando una atención especial a las innovaciones que impulsan la transición. Es importante destacar que las soluciones híbridas (26 por ciento), que combinan fuentes renovables y fósiles, también se consideran importantes.

El factor más relevante a trabajar para incrementar la penetración de las energías renovables, o la inversión estructural, fue destacado por el 35 por ciento de los entrevistados. Dicha inversión podría incluir el desarrollo de infraestructura, la modernización de las redes eléctricas y la mejora de las instalaciones para dar cabida a fuentes de energía limpia.

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