La farmacéutica estadounidense Pfizer anunció importantes avances en la batalla contra la pandemia global del coronavirus con la implementación del Plan de Cinco Puntos de Pfizer, que permite la consolidación de investigadores y científicos que trabajan para desarrollar una molécula antiviral para tratar el COVID-19.

Alejandro Cané, jefe de asuntos científicos y médicos para América del Norte de la división de vacunas de la farmacéutica Pfizer, explicó que sus actividades se supeditan en su Plan de Cinco Puntos Pfizer, en donde fomentan los servicios de salud, temas sociales, capacitación a profesionales de la salud, producción de medicamentos y colaboración con científicos.

Detalló que laboran en tres rubros específicos, el primero es terapéutico: realización de pruebas de factibilidad de moléculas desarrolladas en años anteriores que pueden remediar al COVID-19.

En tratamiento: “al momento estamos replicando las pruebas en laboratorio y esperamos que los estudios clínicos den buenos resultados antes del 2021. Tenemos un trabajo de prueba en Italia y en dos meses tener resultados. Sabemos más del COVID-19 que en enero, esto nos brinda una gran ventaja sobre el virus”, dijo.

Prevención: sinergia de labores con la empresa BioNTech para uso de la plataforma digital de este corporativo y realizar los cálculos matemáticos que brindan más respuesta a la atención y remediación del COVID-19.

Puntualizó que sus programas de asistencia social y de salud en comunidades vulnerables no se han detenido pese a la presencia del coronavirus. “Estamos listos en Latinoamérica para seguir enfrentando esta pandemia y mitigar su impacto”.

Pfizer mantiene un compromiso decidido con los más desfavorecidos, donando medicinas, construyendo sistemas de  infraestructura en la salud, abogando por una reforma sanitaria y combatiendo la corrupción global.

La marca confirmó que un compuesto y sus análogos son potentes inhibidores de la proteasa similar a la del SARS-CoV-2 3C (3CL) causante de la COVID-19, basándose en los resultados de los ensayos clínicos iniciales.

Además, los datos preliminares sugieren que el inhibidor de la proteasa muestra actividad antiviral contra el coronavirus. En consecuencia, realizará estudios confirmatorios preclínicos, que incluirán la elaboración de perfiles antivirales adicionales y la evaluación de la idoneidad de la molécula para su administración por vía intravenosa.

Paralelamente, la compañía también está invirtiendo en materiales que acelerarán el inicio de un posible estudio clínico de la molécula en el tercer trimestre de 2020, casi tres o más meses antes de lo previsto, siempre y cuando los estudios confirmatorios preclínicos concluyan de manera positiva.

El directivo empresarial comentó que la expectativa de diversos laboratorios, como es el caso de Pfizer, es encontrar y contar con millones de dosis de una vacuna para el coronavirus para una factible oleada en el 2021.

Recordó que un trabajo de gabinete comienza con una selección de unas mil moléculas con factibilidad de convertirse en la sustancia central de una medicina, tras ello, se desglosan las investigaciones desde sus reacciones positivas, que no tenga repercusiones posteriores en los organismos, etc. En promedio sólo una molécula acaba siendo de utilidad para la medicina (trabajo que tarda unos tres años).

La fabricación de una vacuna es un proceso complejo con varias etapas rigurosamente controladas de inicio a fin. Esto se debe a que las vacunas son productos biológicos y se obtienen a partir de organismos vivos.

La propuesta, estudio, investigación, desarrollo, pruebas y aprobación de una molécula medicinal conlleva un tiempo de investigación de unos 5 a 7 años para que las naciones aprueben en sus marcos de medicinas y en este caso atípico agarró por sorpresa al planeta y todos los actores involucrados en la salud, sin embargo, se vive un momento donde la ciencia y la tecnología están en una vanguardia nunca antes vista que permiten que los “tiempos normales de una medicina” se acorte a unos 12 u 18 meses.

En este caso, la atención de la pandemia y creación de la molécula que brinde una solución al problema de salud se supedita a la investigación epidemiológica, seguido de una aplicación de tecnología que permite la aplicación de desarrollos genéticos que se confrontan con el virus y verificar las reacciones, así se pasa al procedimiento de localizar al anticuerpo que puede ser el anticuerpo idóneo que brinde un control del COVID-19.

“Esta ciencia de escritorio y laboratorio que regularmente maneja tiempos de 1 a 2 años, en esta ocasión por la presencia de la pandemia ha forzado a que los tiempos se disminuyan a  meses y para el pasado mayo, en el caso de Pfizer comencemos a hacer pruebas de arranque, con la expectativa que sea la vacuna esperada”, comentó.

Más del 70% del tiempo de elaboración de una vacuna se invierte en controles de calidad: análisis de pureza, eficacia, control microbiológico  e inocuidad, son los se realizan sistemáticamente sobre cada lote de vacuna fabricada. Considerando todos los controles, se requieren de 6 a 22 meses para producir una vacuna. Ejemplos de lo anterior es que se requieren seis meses para la vacuna antigripal y 22 meses para la vacuna antipoliomielítica.

COVID-19 es algo que nunca hemos visto

Relató que las pandemias son eventos inesperados que atacan a la humanidad en ciclos –en promedio- cada 100 años, siendo su antecedente en fuerza y letalidad la gripe española de 1918.

“Nadie estamos esperando una aparición tan pronta y fuerte como es la COVID-19. Su fuerza es inédita, pero la humanidad ha demostrado una gran madurez al enfrentarlo y no sólo la medicina actúa en su contra, se tiene la cultura de la higiene, la sana distancia y el orden ciudadano que han provocado que su presencia no se desborde de una forma épica”.

“Debemos seguir trabajando sin egoísmos, en sinergia, empresas, gobiernos y como sociedad estar más organizados como preparados para tener mejores políticas de salud de todos los seres humanos”, relató.

En 2020, la farmacéutica Pfizer invertirá 20 millones de dólares, una reducción de 23% respecto a la inversión del año pasado, esto debido a que la empresa avanzó en la parte fuerte de la modernización de su planta de Toluca.

Gilead Sciences y uso del Remdesivir contra COVID-19

La empresa Gilead Sciences anunció información sobresaliente sobre el estudio abierto, fase 3 de remdesivir, antiviral en investigación, en pacientes hospitalizados con manifestaciones graves de la enfermedad de COVID-19, que evalúa la duración del tratamiento por 5 y 10 días.

El estudio demostró que los pacientes que recibieron un curso de tratamiento de 10 días de remdesivir lograron una mejoría similar a aquellos que recibieron tratamiento por 5 días (Relación de probabilidades: 0.75 [IC del 95% 0,51 – 1.12] el día 14).

Remdesivir aún no está aprobado y regulado en ningún lugar del mundo y su seguridad y eficacia para el tratamiento de COVID-19 aún no se demuestra.

Este estudio trató de determinar si un curso más corto de 5 días de remdesivir lograría resultados de eficacia similares a los del régimen de tratamiento de 10 días utilizado en múltiples estudios en curso de remdesivir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *