En temas de salud reproductiva, la anticoncepción permanente es una opción importante, aunque no siempre se hable mucho de ella. Si bien métodos como la píldora o el DIU suelen ser los más mencionados, la ligadura de trompas y la vasectomía ofrecen una alternativa confiable y duradera para quienes desean tomar el control de su fertilidad a largo plazo.
INTIMINA, marca dedicada a la salud íntima femenina, se une a la ginecóloga y experta médica, la Dra. Susanna Unsworth, para ofrecer una guía clara sobre estos métodos de anticoncepción permanente, sus riesgos y lo que se debe considerar antes de tomar una decisión definitiva.
¿Por qué elegir una opción permanente?
A diferencia de los anticonceptivos hormonales o de barrera, la ligadura de trompas y la vasectomía son métodos de esterilización altamente efectivos, con más del 99% de eficacia para prevenir embarazos. Esto elimina la necesidad de usar otros métodos de forma continua y reduce el riesgo de embarazos no planeados.
“La tasa de fracaso de la ligadura de trompas es del 0.5%, es decir, afecta a 1 de cada 200 mujeres. En el caso de la vasectomía, es aún menor: 0.05%, o 1 de cada 2,000 hombres”, explica la Dra. Unsworth.
¿Qué es la ligadura de trompas?
Es un procedimiento quirúrgico en el que se cortan, sellan o bloquean las trompas de Falopio para impedir que los óvulos lleguen al útero. Suele realizarse por laparoscopia, aunque también puede hacerse durante una cesárea.
Aunque es muy efectivo, no es una decisión que deba tomarse a la ligera. “La mayoría de las mujeres no presentan problemas a largo plazo”, comenta la doctora. “Pero algunas pueden notar cambios en su ciclo menstrual, como reglas más abundantes, irregulares o dolorosas”. También puede aparecer un síndrome conocido como postligadura tubárica, con síntomas como dolor pélvico, fatiga o alteraciones hormonales, debido a cambios en el flujo sanguíneo hacia los ovarios.
Además, existe un pequeño riesgo de que el procedimiento falle incluso años después, lo que podría derivar en un embarazo ectópico. Y, por supuesto, también es importante considerar los posibles efectos emocionales si con el tiempo se arrepiente la decisión.
¿Y la vasectomía?
La vasectomía es menos invasiva y más sencilla. Consiste en cortar o bloquear los conductos deferentes, que transportan los espermatozoides. La recuperación suele ser rápida y con menos riesgos.
“Las complicaciones suelen ser leves”, señala la Dra. Unsworth. “Puede haber algo de dolor o hematomas al inicio. Algunos hombres presentan, tiempo después, un síndrome de dolor postvasectomía, causado por tejido cicatricial o daños en los nervios. También existe una pequeña posibilidad de que el esperma se filtre y forme bultos llamados granulomas espermáticos”.
A pesar de estos riesgos, se considera una opción más segura y simple que la ligadura de trompas. Sin embargo, como todo procedimiento, no está exento de posibles efectos secundarios, como dolor persistente o en casos muy raros, una reconexión de los conductos.
Mitos comunes y verdades
A pesar de su eficacia, estos métodos están rodeados de mitos. Aquí algunos datos importantes:
La ligadura de trompas no altera las hormonas. No causa menopausia precoz ni afecta el equilibrio hormonal.
La vasectomía no impacta la vida sexual. No reduce la libido, la función sexual ni los niveles de testosterona.
Ninguno de los dos previene enfermedades de transmisión sexual. En relaciones no monógamas, es fundamental seguir usando preservativo.
¿Cuál elegir?
Según la Dra. Unsworth, el primer paso es pensar en el deseo de tener hijos a futuro. “Estos procedimientos deben considerarse permanentes. Si existe alguna duda, quizá no sean la mejor opción”.
También recomienda analizar factores como la estabilidad de la relación, otras alternativas anticonceptivas de largo plazo (como los DIU), y los riesgos de cada método. “La vasectomía suele ser más simple, pero si la mujer ya va a tener una cirugía, como una cesárea, podría aprovecharse ese momento para hacer la ligadura”.
La elección también puede depender de preferencias personales. “Hay mujeres que prefieren hacerse cargo ellas mismas de su anticoncepción”, añade.
Apoyar decisiones informadas
“Antes de optar por cualquiera de los dos procedimientos, es vital recibir asesoría médica completa”, insiste la Dra. Unsworth. “Las personas deben entender bien los riesgos, beneficios y consecuencias a largo plazo para poder tomar una decisión informada”.
La anticoncepción permanente es una elección muy personal. Al ofrecer información clara y basada en evidencia, INTIMINA busca abrir conversaciones honestas y sin estigmas sobre salud reproductiva, apoyando la autonomía de cada persona sobre su cuerpo y su futuro.