El Indicador de Consumo Big Data BBVA Research (ICBD BBVA Research) reportó en el mes de enero un crecimiento de 0.5% MaM, con cifras reales ajustadas por estacionalidad. Por componentes, el gasto en servicios creció 1.5% MaM, mientras que el segmento de bienes registró estancamiento (0.0%). Dentro del componente de servicios, el gasto en hoteles mostró el mayor dinamismo al reportar una variación mensual de 5.5%, la más alta desde enero de 2023, mientras que el gasto en restaurantes creció 1.9% durante el periodo. Con las cifras de este mes, el consumo en hoteles avanza hacia su nivel de enero de 2023 (a la fecha 13.6% por debajo), mientras que el gasto en restaurantes supera ese mismo umbral en 11.2%. Hacia adelante anticipamos que el consumo privado por segmentos de gasto alcanzará un mejor balance, considerando que el gasto en servicios supera ya su nivel pre-pandemia (en 1.2%). A lo anterior se suma, el buen desempeño que ha registrado la masa salarial real (con una variación acumulada de 2.7%, en términos reales con ajuste estacional, desde julio del año pasado), y la brecha que aún registra el saldo de los depósitos de los hogares en el sistema financiero, con respecto a su tendencia pre-pandemia (4.5% al mes de diciembre).

Con respecto al segmento de bienes, el gasto en alimentos creció 1.4%, mientras que el consumo de bienes para el cuidado de la salud registró una variación de 2.1% (la cifra más alta desde septiembre, posiblemente asociada al repunte de casos de COVID-19 durante las primeras semanas del mes). En lo referente al gasto por tipo de establecimiento, el consumo on-line se contrajo (-)6.6% (la cifra más baja desde julio del año pasado), mientras que el gasto en establecimientos físicos creció 1.3%. A la fecha, el consumo on-line representa 6.2% del gasto total efectuado en terminales punto de venta (vs 3.1% al inicio de la pandemia), y alcanza un nivel que supera en 26.2% el que registraba en enero de 2023.

Estimamos que el consumo privado contribuirá positivamente al crecimiento del PIB durante 2024, con un mejor balance entre sus componentes. Anticipamos que las ganancias en ingreso laboral y la tendencia hacia menor ahorro contribuirán a prolongar la relativa resiliencia del gasto privado. No obstante, consideramos que la debilidad en otros sectores de la economía (como la industria y servicios asociados) representan un sesgo a la baja sobre la fortaleza de demanda interna en 2024.

 

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