Las organizaciones de la sociedad civil Tec-Check y El Poder del Consumidor hicieron un llamado urgente a las empresas y agencias de marketing a abstenerse de emplear influencers infantes en la promoción de alimentos con alto contenido de calorías.

La herramienta creada por estos organismos, el observatorio #ChatarraInfluencer evidenció, cómo diferentes marcas de productos ultra procesados no saludables utilizan a infantes influencers para promocionar sus productos, a pesar de que en México, 14.3 millones de niños, niñas y adolescentes tienen sobrepeso u obesidad.

Las agencias y marcas que contratan a influencers infantiles no solamente ponen en riesgo la salud de las infancias mexicanas, sino también incentivan que niñas y niños se vean obligados(as) a ejercer trabajos infantiles. De acuerdo con los lineamientos de TikTok e Instagram, las personas menores de 13 años no pueden tener una cuenta en sus plataformas.

Sin embargo, son los padres y las madres quienes abren y gestionan las cuentas de sus hijas(os) en busca de seguidores y marcas que les contraten para generar contenido.

Un ejemplo es la cuenta de soylaracampos (778 mil seguidores), menciona que su cuenta está “supervisada por un adulto”. La influencer infantil promociona campañas de diversos productos, a través de la agencia de marketing “Top Creators”, de hecho, tiene su propia tienda en línea.

La comercialización a través de influencers infantiles podría resultar en la manipulación o abuso de derechos infantiles reconocidos tanto en instrumentos nacionales como internacionales.

Los derechos al pleno desarrollo, a la intimidad, a la privacidad y protección de datos personales, a la no explotación económica, a la prioridad de atención a sus intereses, a la libertad de expresión y pensamiento, al descanso, esparcimiento y juego, todos reconocidos en la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de 2014, se ponen en riesgo al considerar a niños y niñas como “trabajadores” de una marca.

Las marcas de productos ultra procesados aprovechan la influencia de las y los influencers infantiles, cuyo costo de campaña es relativamente bajo en comparación con los anuncios televisivos con actores, para promocionar estratégicamente sus productos entre la niñez. La industria fomenta hábitos alimenticios poco saludables desde una edad temprana, utilizando a niños y niñas influencers para dirigirse al público de la misma edad.

“Actualmente hay muy poca atención a esta problemática por parte de la sociedad en general. Si bien la Profeco puede monitorear más cuentas de infantes influencers, las plataformas, como Instagram y TikTok, están dando paso libre a los padres, a las marcas y a las agencias de marketing para que se utilice a la infancia y así se ponga en riesgo su privacidad y desarrollo integral” comentó, Fiorentina García Miramón, co-fundadora de Tec-Check.

 

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