Patricia Toledo, directora de Sostenibilidad de Syngenta, declaró que el sector agroalimentario presenta grandes desafíos, pues se tienen grandes impactos por el Cambio Climático, provocando que se requiera un mayor uso de tecnología en los campos del bajío, como es Querétaro, donde se presenta una gran sequía.

Es una realidad que en el campo nacional se han modificado las fechas de los cultivos, la presencia de las lluvias ya es muy variable, la degradación de suelos va al alza, entre sus principales males que deben remediarse con acciones para reducción las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la agricultura, ahorro de agua, cuidar la biodiversidad, además de elevar la productividad con ahorro de tierra cultivada.

El bajío, resaltó es una región de gran adopción de nuevas tecnologías agroalimentarias, pues su clima semiárido de no saberse trabajar complica la productividad de los cultivos. “No olvidemos que Querétaro y sus vecinos son entidades muy exportadores de alimentos y requieren de grandes estímulos a producción de alta calidad. Por ello, es indispensable su integración ecosistémica”.

El Censo Nacional Agropecuario señala que el agua es un insumo indispensable y que requiere protegerse, pues la agricultura usa el 70 del líquido dulce, por ello, es indispensable el uso de la tecnología. “Creemos que vamos bien en la adopción de la tecnología en los sistemas agrícolas, en nuestro caso en el país trabajamos en 30 mil unidades productivas de pequeña escala, que suman más de 77 mil hectáreas.

Ejemplificó con el caso de Jalisco que  donde un productor que invirtió 120 pesos en fungicida por hectárea en sus cultivos obtuvo una retribución de 30 por ciento en producto, que significa 6 mil pesos extra por hectárea.

Alertó que se requiere de mayor agilidad oficial para la aprobación de nuevas tecnologías agropecuarias y probar su viabilidad en los campos nacionales. Estamos diversificando las tecnologías para el productor y tenga todo tipo de soluciones que le permitan enfrentar al Cambio Climático. “En naciones como México, Colombia, El Salvador y Honduras se fomenta el uso de un estimulante natural que permite que los péptidos como aminoácidos eviten el estrés climático en los cultivos. Sumamos 7 nuevas soluciones tecnológicas liberadas en la pasada década”.

Mencionó que una gran solución es la agricultura regenerativa que brinda un gran impacto positivo y que respeta a la ecología de los ecosistemas donde se ubican las milpas, que permite tener una mejor aplicación del agua, alimento adecuado para el ganado, innovación de trabajo y todo en conjunto se aplique en los sistemas agroalimentarios.

Cabe mencionar que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala que las prácticas agrícolas, el sobrepastoreo, la deforestación, la modificación del uso de suelo y el cambio climático han llevado a la degradación de al menos 45 por ciento del territorio nacional, aspecto que hace imperativo la adopción de la agricultura regenerativa.

Mientras que el Fondo Mexicana para la Conservación de la Naturaleza subraya que los ranchos ganaderos y la agricultura padecen de pérdidas de un 28 por ciento de suelos productivos y es urgente implementar un proyecto de no sólo agricultura regenerativa, sino complementarlo con un esquema de ganadería regenerativa.

Entre los objetivos esenciales de la agricultura regenerativa son: minimizar la perturbación del suelo, mantener la cobertura del suelo, cultivos diversificados en el tiempo y el espacio, aplicación de precisión de insumos biológicos y químicos y por último Integrar ganado cuando sea posible.

Recordó que la FAO señala que al 2030 se debe crecer un 28 por ciento en productividad de los campos agrícolas del planeta, cuando la demanda de alimentos crece al 1.4 por ciento de forma anual. Mientras que en México, dijo que, se trabaja para pasar a la acción y un gran ejemplo es el bajío que tiene diversos proyectos para mitigar los impactos climáticos y cumplir 10 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a los que se comprometió la empresa al 2030, ejemplificó que cuentan por los programas de Operación Polinizadora, que fomentan la coexistencia de polinizadores y del agua.

También resaltó los trabajos que mantienen a favor de los jóvenes con capacitaciones digitales como es “Proagricultor”, que permite que campesinos de todas las edades aprenda sobre nuevas iniciativas tecnológicas en campo.

Explicó que se han enfocado a establecer una visión sistémica para comprender que el campo requiere de políticas diversas para  dotar de alimentos a todas las personas. “No se pueden establecer soluciones separadas para hacer más sostenible como productivo al campo, se requiere de diversas acciones equilibradas entre los ámbitos social, política y empresarial.

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