En el último Monitoreo de Percepciones Empresariales de la consultora Vestiga Consultores se señala que dos tercios de la comunidad empresarial (empresarias, empresarios, ejecutivas y ejecutivos de empresa) se tiene un elevado nivel de aprobación al desempeño del Instituto Nacional Electoral (INE) en la comunidad empresarial mexicana, dicho porcentaje es del 87 por ciento, mientras que sólo un 13 por ciento lo desaprueba.

Los empresarios mexicanos en un 40 por ciento confiable al sistema electoral actual del país, frente a 33 % que lo ven “poco” o “nada” confiable.

En otros tópicos analizados también se identificó que 76 por ciento de las y los tomadores de decisión en las empresas consideran que existe “mucho” o “algo” de riesgo de que el INE desaparezca frente a 24 por ciento que estima que existe “poco” o “nada” de riesgo de que ello suceda.
Sobre estos porcentajes de percepción de los empresarios en México, el socio director de Vestiga, Sergio Díaz, indica que “uno de los hallazgos más interesantes de este monitoreo ha sido la identificación de los factores que, desde la perspectiva de las y los empresarios y las y los ejecutivos de empresa, representan mayor riesgo al sistema electoral mexicano y, claramente, no existe una coincidencia en la estimación de gravedad que, por ejemplo, el gobierno y el partido mayoritario han atribuido al costo del financiamiento del INE.

La comunidad empresarial ve, en ese sentido, mucho mayor riesgo a factores como la participación del narcotráfico, el financiamiento ilícito o el cambio de reglas”, agregó.

En relación a los mayores riesgos que presenta el INE, un 31 por ciento de los empresarios califica a la participación del narcotráfico; un 22 por ciento al financiamiento ilícito de las campañas y la pérdida de autonomía como desaparición del organismo.

“El monitoreo de percepciones empresariales también arrojó el que no se considera en realidad, por parte de la comunidad empresarial, que una reforma electoral deba ser ahora una prioridad frente a otros temas mucho más apremiantes para la realidad económica y social del país.

La inflación, una eventual recesión, las disputas con Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC y su potencial impacto en el comercio exterior de México, la reforma eléctrica, etcétera, preocupan mucho más, lógicamente al empresariado y estiman que esos y otros temas son mucho más relevantes para el país ahora que una reforma electoral. Sólo 9 por ciento de las y los tomadores de decisión en las empresas ven “algo” o “muy” prioritaria una reforma electoral en el país y un 91 por ciento no estima que sea una prioridad.

En ese marco, también se aprecia un 87 por ciento de porcentaje de miembros de la comunidad empresarial en contra de realizar grandes cambios al INE o desaparecerlo.

Sergio Díaz detalla que “es evidente que la comunidad empresarial no está ajena a la realidad que vive el país, ni a los temas que más polémica tienen en la agenda pública y que, eventualmente, pueden tener un impacto o trascendencia relevantes en la estructura institucional del país.

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