Ante el aumento de la presión sobre los recursos naturales y un entorno climático desafiante, el reciclaje dejó de ser una acción aislada para convertirse en un eje de transformación hacia una economía circular. Este cambio implica no solo reducir residuos, sino rediseñar toda la cadena de valor industrial. En este contexto, el sector HVAC cobra relevancia por su impacto energético y medioambiental.
Un sector crítico con responsabilidad creciente
Los sistemas de climatización representan un porcentaje significativo del consumo energético en edificios residenciales, comerciales e industriales. La Comisión Europea estima que a nivel mundial hasta un 35% del consumo de electricidad en edificios corresponde a climatización y refrigeración y, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, se prevé que la demanda energética siga creciendo a un ritmo cercano al 4% hasta 2027.
Además del consumo eléctrico, el uso de gases refrigerantes como los hidrofluorocarbonos (HFC) plantea retos ambientales significativos por su potencial de contribuir al calentamiento global. Por ello, su manejo, recuperación y reciclaje son temas centrales en las estrategias de sostenibilidad del sector.
«La industria HVAC desempeña un papel crucial en la transición hacia ciudades más resilientes. Invertir en procesos de recuperación y reciclaje de materiales, así como en el manejo responsable de refrigerantes no solo reduce el impacto ambiental, sino que también establece nuevas referencias para la innovación sostenible», explicó Linda Miranda, Senior Manager de Asuntos Públicos y Advocacy de Daikin Latin America.
Más allá del reciclaje: hacia un modelo circular integral
La economía circular en el sector HVAC no solo abarca la recuperación de refrigerantes. Implica también el rediseño de productos para extender su vida útil, la reutilización de materiales, la eficiencia en procesos productivos y la innovación en materiales reciclables.
En sus plantas en Japón, Daikin implementa sistemas para reciclar fluoropolímeros y reutilizar subproductos como la fluorita, clave para la producción de nuevos refrigerantes. Además, ha desarrollado procesos de recuperación de gases que evitan hasta el 99.9% de emisiones en vertidos de agua.
Estas prácticas no solo reducen el impacto ambiental, sino que también disminuyen la dependencia de recursos vírgenes y fomentar una producción más resiliente.
Recuperación y reacondicionamiento: una apuesta tecnológica
Una de las estrategias más prometedoras es el reacondicionamiento de refrigerantes. Este proceso consiste en extraer, purificar y volver a utilizar los gases utilizados en equipos de aire acondicionado y refrigeración
“Desde 2019, destinamos inversiones estratégicas al desarrollo de centros de recuperación de refrigerantes que permiten su recolección y reprocesamiento a escala industrial. Esta infraestructura no solo extiende la vida útil de los compuestos, sino que también contribuye de forma significativa a evitar su emisión a la atmósfera, alineándonos con los compromisos globales de mitigación del cambio climático”, mencionó Linda Miranda.
Diseño responsable y cadena de valor sostenible
Este enfoque no solo busca extender la vida útil de los equipos, sino también reducir su impacto ambiental en cada etapa del ciclo. Además, el compromiso ambiental se extiende a toda la cadena de suministro mediante políticas de compras responsables.
Se prioriza la adquisición de materiales y componentes con el menor impacto ambiental posible, así como la colaboración con proveedores que adoptan buenas prácticas de sostenibilidad, incluyendo certificaciones ambientales reconocidas como ISO 14001. Esta visión compartida impulsa una red de valor que promueve la economía circular.
La transición hacia una industria más limpia es una necesidad. Las empresas que adopten estos principios de circularidad reducirán su huella ambiental posicionándose mejor ante sus consumidores y aportando soluciones a una de las problemáticas más urgentes de nuestro tiempo.