La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta la variación de precios de la canasta básica alimentaria de cuarenta y cuatro productos de abril a mayo del presente año, estudio de mercado realizado en los 32 estados de la República, detallando que el precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) resultó en 1,927.22 pesos al aumentar su precio en promedio 22.56 pesos, lo que significa una variación al alza de 1.18 por ciento.
Los cinco estados con la CBA más encarecida resultaron ser Zacatecas 5.02 por ciento, Veracruz 4.60 por ciento, Oaxaca 4.15 por ciento, Durango 3.99 por ciento e Hidalgo 3.76 por ciento, y los productos que más aumentaron en el último mes son jitomate 14.98 por ciento, que pasó de 22.83 a 26.25 pesos; chile poblano 7.11 por ciento, que pasó de 47.02 a 50.36 pesos; aguacate 6.84 por ciento, que pasó de 86.41 a 92.31 pesos; naranja 5.31 por ciento, que pasó de 29.16 a 30.70 pesos, y chile jalapeño 5.25 por ciento, que pasó de 30.40 a 32.00 pesos.
“En la reciente Convención Bancaria, el Secretario de Hacienda Edgar Amador Zamora reconoció que México tiene una gran deuda con las PYMES, que son el 99.8 por ciento de los establecimientos de los negocios del país, por no decir que representan, virtualmente, a la totalidad de la actividad comercial y productiva de la nación.
Son más de cinco millones de micronegocios que emplean a veinte millones de personas, de los cuales un tercio son operados y propiedad de mujeres, así como uno de cada cuatro se localiza al sur del país. Este motor social anima al aparato económico, al consumo popular demandante, principal generador de derrama de dinero en la sociedad”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
La ANPEC informa que al emprendedurismo se le margina y condena al ostracismo, languideciendo por falta de créditos, estímulos fiscales y un abasto sin intermediarismos, dejándoles en el abandono y dando la espalda a estas empresas sociales que se esfuerzan al máximo por ganar una vida digna para los suyos.
“Este “pendiente”, como lo nombraron en Nayarit banqueros y gobernantes, descarrila la narrativa del bienestar; si bien existen programas sociales de apoyo que buscan acortar la brecha de la desigualdad, estos no bastan porque los recursos son finitos y limitados. Urge fortalecer la actividad productiva de la población para que ganen por pie propio su autonomía y se vuelvan autosuficientes, capaces de sacar adelante sus vidas sin requerir apoyos gubernamentales. De eso se trata la historia, este imaginario debe ser el que nos mueva”, reflexionó.
El llamado a los banqueros a que otorguen créditos a la economía social no debe ser respondido con el argumento de que “México es un país que no cobra impuestos, por lo que urgen medidas fiscales que eleven la recaudación”. Eso es contestar con una evasiva, seguir dando vueltas en un círculo vicioso que busca justificar los “porqué no” más que encontrar los “cómo sí” se puedan ofrecer líneas blandas de recursos que reactiven y modernicen las PYMES y, por añadidura, se vean fortalecidas y consoliden su formalización y contribución hacendaria.
“En ANPEC ponemos el dedo sobre la llaga: paguen la deuda y ofrezcan créditos blandos a las cinco millones de PYMES que animan la economía mexicana y han permitido al sistema bancario obtener grandes utilidades. Ahora es la hora de devolver la copa al pueblo de México, apoyándolo”, exigió Rivera.