En el marco de la conmemoración del Día de las Madres, se dio a conocer que en el país, el 94 por ciento de las mujeres mayores de 15 años realizan trabajo doméstico no remunerado y el 37 por ciento de ellas también llevan a cabo labores de cuidados.
Este grupo se enfrenta a más restricciones para su movilidad laboral, detalla el Boletín de Movilidad Social en el Mercado de Trabajo realizado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), donde se detectó diversas desigualdades para las mujeres y realizan en su mayoría tareas del hogar, labores de cuidados o ambas cosas.
“Las mujeres que participan en el mercado de trabajo y también hacen labores de cuidados dentro del hogar tienen asociado el menor porcentaje de acceso a servicios de salud debido a su empleo, mientras que las mujeres que no llevan a cabo ningún tipo de trabajo doméstico son las que tienen más acceso a la salud”, resalta Rodolfo de la Torre, director de movilidad social del CEEY.
Para las mujeres que realizan trabajo doméstico y de cuidados el panorama es más complicado. El estudio arrojó que ellas suelen permanecer sin ningún tipo de servicio de salud o pueden perderla en el transcurso de un año en una proporción mayor que las que tienen una carga de tareas en el hogar sin labores de cuidados.
Otra desigualdad es el acceso a la capacitación laboral. El estudio advierte que entre la población ocupada que recibe un tipo de aprendizaje, las mujeres están en desventaja de ser capacitadas o poder capacitarse al realizar trabajos domésticos o de cuidados, frente aquellas que no tienen ninguna carga dentro del hogar. Un fenómeno similar sucede con la movilidad en ingresos laborales.
“Para mujeres el que realicen un trabajo doméstico —sea de cuidados o no— marca una diferencia importante en los ingresos. Las mujeres con mayor ingreso laboral promedio son aquellas que no hacen ningún tipo de tareas dentro del hogar, mientras que las mujeres que además del trabajo doméstico también llevan a cabo labores de cuidados tienen el ingreso más bajo”, señaló.
El estudio del CEEY expone la importancia de que el gobierno construya un sistema de cuidados como parte de un sistema de protección social universal, así como generación de empleos de mejor calidad, ya que ayudaría en tres grandes rubros. a) Dado que del 94 por ciento de las mujeres que realizan trabajo doméstico el 37 por ciento corresponde a mujeres que también llevan a cabo labores de cuidados, la construcción de un sistema de cuidados atenderá una dificultad central para la movilidad social de casi un tercio de todas las mujeres mayores de 15 años.
Si bien las políticas de construcción de un sistema de cuidados pueden alentar la participación de las mujeres en el mercado de trabajo e impulsar su movilidad social, en la medida en que ellas deban continuar haciendo otras tareas dentro del hogar se mantendrá su baja movilidad laboral.
Por último, el estudio refiere que los indicadores de movilidad social para los trimestres de cierre de los años 2023 y 2024 muestran que si bien la movilidad laboral en México sigue siendo baja, ha tenido una mejora en los últimos años.