Urge en México impulsar la digitalización de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) para impulsar su desarrollo y competitividad y evitar su corta vida. Estas son el motor de nuestra economía. Generan el 52 por ciento de los ingresos y dan trabajo a 27 millones de personas, lo que representa el 68.4 por ciento de la población económicamente activa del país, el 52% del PIB nacional e invierten 122 mil millones de pesos al año y 1.9 billones de compras de insumos.

Sin embargo, por la falta de apoyo y de una nula visión de futuro, la mayoría de estas tienen pocas posibilidades de crecimiento. De ahí la importancia, señala el empresario mexicano del sector financiero, inmobiliario, turístico y de los espectáculos, Fabricio Ledesma Heinrich, de que trabajen en aspectos como innovación, crecimiento, talento, competencia, regulación, cambio, complacencia, y sucesión. En suma, en su digitalización, que implica adopción de nuevas tecnologías, cambio en su cultura organizacional, optimización de procesos, mejora en su eficiencia y ofrecer una mejor experiencia para empleados y clientes.

Deben transformar los métodos tradicionales de trabajo, automatizar los procesos manuales, adoptar soluciones de software para la gestión empresarial, y el uso de datos para tomar decisiones estratégicas.

Es decir, hacer que los negocios sean más ágiles, competitivos y capaces de responder rápidamente a los cambios del mercado y las demandas de los consumidores. Lo anterior comprende la gestión de nóminas y recursos humanos hasta la atención al cliente, pasando por inventarios, contabilidad y marketing.

La digitalización permitirá a las micro, pequeñas y medianas empresas acceder a herramientas y capacidades que antes estaban reservadas para grandes corporaciones, nivelando así el campo de juego y abriendo nuevas oportunidades de crecimiento y expansión.

Y es que hay que tomar en cuenta, aseguró Ledesma Heinrich un estudio de la UNESCO (2022) el cual indica que el 75% de los empleos del futuro estarán relacionados con conocimientos STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

Fabricio Ledesma Heinrich, demandó mayor apoyo gubernamental, ya que hasta ahora sólo el 1% de las MiPYMES manufactureras en México reciben apoyo del sector público y tan solo un 0.07% participa en cadenas de valor globales y solo el 8% exportan actualmente.

En este sentido consideró necesario que el Estado apoye a estas empresas mediante:

El establecimiento de políticas públicas que faciliten su acceso a financiamiento asequible y en condiciones favorables, promoviendo la innovación, la competitividad y el crecimiento sostenible.

Implementar programas de capacitación y asesoramiento especializado que les permitan mejorar sus procesos, tecnologías y habilidades empresariales, fortaleciendo así su capacidad para competir en un mercado globalizado.

Fomentar alianzas estratégicas entre el sector público, el sector privado y la academia para impulsar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, generando así mayor valor agregado y diversificación de productos y servicios.

Crear incentivos fiscales y beneficios para las empresas con un nivel de madurez considerable, que reinviertan sus utilidades en innovación, desarrollo de talento y expansión de sus operaciones, contribuyendo al crecimiento económico sostenible y la generación de empleo de calidad.

Promover el comercio justo y el acceso a mercados internacionales, facilitando su integración en cadenas de valor globales y ampliando sus oportunidades de negocio y crecimiento.

Sólo así las Mipymes seguirán siendo el motor de la economía nacional. Concluyó Fabricio Ledesma Heinrich.

 

 

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