Google Forms, la herramienta de creación de formularios y cuestionarios de Google lanzada en 2008 que según una estimación casi el 50 por ciento de las encuestas online se realizan con esta herramienta. La empresa de ciberseguridad ESET Latinoamérica advierte que su uso extendido también incluye los fines maliciosos y a los actores de amenazas, que son expertos en abusar de tecnologías populares, por lo que ya están usando Google Forms para recopilar información confidencial de sus víctimas e incluso engañarlas para que instalen malware.

La herramienta Google Forms ofrece una gran oportunidad como forma de legitimar estafas y evadir filtros de seguridad. Por ello, ESET Latinoamérica menciona que los ciberdelincuentes lo prefieren por algunas de sus características clave: es gratuito, lo que significa que los actores de amenazas pueden lanzar campañas a escala con un retorno de la inversión potencialmente lucrativo.

Además que goza de la confianza de los usuarios, lo que aumenta las posibilidades de que las víctimas crean que el formulario de Google al que se les envía o redirige es legítimo; es un servicio legítimo, lo que significa que los formularios de Google maliciosos y los enlaces a formularios maliciosos a menudo no son detectados por las herramientas de seguridad de correo electrónico tradicionales.

Es fácil de utilizar, lo que es bueno para los usuarios, pero también práctico para los ciberdelincuentes, que pueden lanzar campañas de phishing convincentes con muy poco esfuerzo; sus comunicaciones están cifradas con TLS (Transport Layer Security), lo que puede dificultar que las herramientas de seguridad comprueben si hay alguna actividad maliciosa.

“Los formularios maliciosos de Google Forms son diseñados para suplantar marcas legítimas, como páginas de inicio de sesión de redes sociales, bancos y universidades, o incluso plataformas de pago. Es más rápido, fácil y barato que crear un sitio dedicado al phishing, y es menos probable que sea bloqueado por los filtros de seguridad.”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del laboratorio de investigación de ESET Latinoamérica.

La mayoría de los ataques mediante Google Forms tienen por fin engañar a los usuarios y hacerles entregar su información personal y financiera. Aunque existen ligeras variaciones en la forma, estas son algunas de las principales técnicas que destacan desde ESET para tener en cuenta:

Normalmente, se recibe un enlace a uno de estos formularios de Google maliciosos a través de un correo electrónico de suplantación de identidad, que puede estar falsificado para hacerse pasar por una marca o un remitente legítimos. El correo electrónico puede incluso proceder de una cuenta legítima que ha sido secuestrada. En cualquier caso, el objetivo final suele ser: recoger los datos de acceso; robar datos financieros; persuadir para hacer clic en un enlace del formulario de Google malicioso.

Los atacantes envían un formulario malicioso de Google para engañar al usuario y que llame así a un número de teléfono que aparece allí. El formulario puede estar diseñado para que parezca enviado por un banco u otro proveedor de servicios de confianza. Generalmente, tendrá un sentido de urgencia para llevar a tomar una decisión precipitada: llamar al número sin pensarlo bien antes. La excusa, frecuentemente, es que la cuenta será bloqueada o que se retiró o retirará dinero.

Desde ESET advierte que si se llama a ese número, se hablará con un miembro de una banda de suplantación de identidad por voz (vishing) que intentará convencer para que se entregue información personal y financiera. También puede sugerir que se descargue un software de acceso remoto al equipo, lo que les daría el control total del mismo.

Para prevenir los ciberataques se debe estar atento a los diversos formatos de engaño y se recomiendan tener en cuenta lo siguiente:

Utilizar software de seguridad multicapa de un proveedor de confianza en computadoras y dispositivos móviles. Esto ayudará a garantizar que, incluso si se hace clic en un enlace malicioso, se bloquee la descarga del malware.

Mantenerse alerta ante posibles estafas de phishing. No fiarse de nada no solicitado que solicite que se haga clic en un enlace o llamar a un número urgentemente. En su lugar, ponerse en contacto con el remitente por los canales oficiales.

Utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta, almacenarlas en un gestor de contraseñas para recordarlas fácilmente. Y optar por activar la autenticación multifactor (MFA) para todas las cuentas, de esa forma aunque filtre u obtengan una contraseña, no podrán acceder a la cuenta. Lo mejor es una llave de seguridad basada en hardware o una aplicación de autenticación.

Prestar atención: Google siempre muestra una advertencia en los formularios de Google: «Nunca envíes contraseñas a través de los formularios de Google».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *