El 99.8% de los negocios en México son pequeñas y medianas empresas (PyMEs), que generan más del 70% de los empleos, según cifras recientes del INEGI (2024). Sin embargo, muchas de estas empresas, especialmente las familiares lideradas por padres emprendedores, enfrentan desafíos que ponen en riesgo su supervivencia.

Alejandro Sena, director general de Dinero.Mx señala que “los datos oficiales indican que muchos negocios no alcanzan el tercer año de vida, y las causas van más allá de lo económico: la falta de estructura, la informalidad y los conflictos personales: como sucede comúnmente en negocios entre hermanos, parejas o padres e hijos. Son factores determinantes en su cierre prematuro.”

Dinero.mx encontró datos importantes del Estudio Sobre Demografía de los Negocios 2023, del que destacó que de cada 10 negocios que nacieron en el 2019, solo siguieron activos seis en el 2023. Este fenómeno refleja una rotación empresarial elevada y una estructura de negocios vulnerable, especialmente entre aquellos de tipo familiar. Las principales razones detectadas incluyen:

  1. Falta de profesionalización

Muchas PyMEs familiares son gestionadas de manera informal. No se definen roles ni procesos y la toma de decisiones depende más de la jerarquía familiar que de la estrategia empresarial.

  1. Ausencia de planeación estratégica

En lugar de tener una visión de largo plazo, estas empresas suelen operar «al día», lo que limita su capacidad para innovar, adaptarse a nuevas tecnologías o responder a crisis económicas.

 

  1. Conflictos personales

En más del 60% de las empresas familiares en México no existen protocolos formales para manejar diferencias entre los miembros. La mezcla de emociones y negocios suele llevar a decisiones precipitadas y rupturas.

  1. Carga mental y tiempo limitado

Muchos padres tienen horarios inflexibles, lo que complica asistir a capacitaciones, buscar financiamiento o actualizar sus estrategias de negocio.

 

  1. Financiamiento limitado

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN, 2021), el 80% de las microempresas no accede a crédito bancario formal, lo que las obliga a depender de recursos personales o préstamos informales.

 

  1. Falta de redes de apoyo

A diferencia de grandes empresas, las microempresas familiares carecen de asesoría, mentoría o acceso a incubadoras que les permitan profesionalizarse.

 

 

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