José Antonio Torre, director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey en la CDMX, informó que el modelo urbano de entidades como Querétaro y otras emergentes deben modificar su modelo de crecimiento que es muy erróneo y provoca graves afectaciones en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Este Centro de Investigación que comienza sus actividades en el valle central del país, señala que se deben aplicar diversas tecnologías, políticas públicas, entender la dinámica urbana, etc., para entender que se requiere una urbe diferente a lo actual.
Lo cual, choca con un transporte público ineficiente, empleo concentrado en los centros de las urbes o en parques industriales como es Querétaro y el bajío. Son mínimas las urbes que tengan un centro poblado por personas y eso permite ahorrar traslados y pérdida de tiempo social. Tenemos el dato que las zonas centrales están deshabitados en un 30 por ciento de sus estructuras. Tenemos un modelo urbano que no nos ayuda; por ello, debemos encontrar nuevas opciones urbanas”, dijo.
La UNAM señala que el desorden urbano es enorme en México y hasta un 65 por ciento de las ciudades como Querétaro, Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, etc., padecen de informalidad en su edificación.
El investigador señala que “se debe modificar el modelo urbano y que sea una realidad el derecho ciudadano a la ciudad, pues el tener a la gente alejada deriva en pérdida de competitividad, la sustentabilidad citadina, falta de calidad de vida, etc. Lo primero que debemos arreglar que la ciudad sea una plataforma de desarrollo de todos los individuos.
De acuerdo al Índice de Competitividad Urbana, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las ciudades en México en general, observaron retrocesos en indicadores económicos, sociales y educativos, pese a ello, las urbes con mayor progreso son la Ciudad de México y su zona conurbada, seguida por Guadalajara, Querétaro, Monterrey y Mérida.
Sobre el crecimiento urbano e industrial de Querétaro y el bajío, el experto indica que son esenciales por ser zonas alternativas para el desarrollo social; en especial, con los parques industriales y el Tren México Querétaro, necesitan un nuevo modelo urbano, no debemos dejar que nos alcance el futuro, los cambios se tienen que hacer hoy, pues las ciudades no conectan adecuadamente para las personas. Lo cual, se refleja en que existen muchos individuos que no toman determinado empleo o forma de vida por las lejanías, falta de vivienda, etc.
“El consumo de suelo es otro gran problema, pues se crece en las urbes y al final se aprecia que se tiene un grave problema de perdida de servicios naturales, como es el agua y aire limpio, etc. Se tienen que entender los problemas desde las causas y tomar las decisiones adecuadas. No hablamos sólo que es tema de las autoridades sino de toda la sociedad”.
Ejemplificó con el hecho de que las familias mexicanas han cambiado y se tienen menos hijos, pero se requieren mas casas, etc.; es decir, se tiene una evolución diferente de las ciudades. “Estamos realizando un estudio de las 70 urbes más importantes del país –que se publicará en Septiembre-, que tienen un crecimiento desordenado y expandiéndose de forma inadecuada, pues se aleja a las personas de sus plazas de trabajo”.
Debido a que las ciudades mexicanas —donde el 74 por ciento de la población vive en zonas urbanas—, el Tecnológico de Monterrey dio un paso hacia el futuro del desarrollo urbano en el país con la inauguración de una nueva sede del Centro para el Futuro de las Ciudades, ahora en la Ciudad de México (ya cuenta con un organismo similar en Nuevo León).
Señaló que es muy necesario que los actores sociales involucrados en las ciudades mexicanas enfrenten desde diversos ángulos los desafíos urbanos como la expansión descontrolada, el déficit de vivienda digna, la movilidad sostenible y el uso eficiente del suelo y los recursos. Asimismo, trabaja con tecnologías de vanguardia, inteligencia artificial y procesos colaborativos para proponer políticas públicas eficaces.
EL INEGI informa que en la pasada década, en México, las principales urbes de arribo atrajeron a 2.5 millones de personas, en tanto que, de las aglomeraciones urbanas de expulsión, su saldo neto fue de -1.4 millones. Desde el punto de vista del volumen del saldo migratorio, a la zona metropolitana de Monterrey llegaron más de 500 mil personas; a la de Querétaro, más de 200 mil; y a las de Cancún, Guadalajara, Mérida y Tijuana, así como a Playa del Carmen, más de 100 mil personas.
El Centro tiene propósito de transformar los entornos urbanos hacia modelos más sostenibles, humanos y prósperos, impulsa la transformación estructural del modelo urbano en México a través de dos áreas estratégicas: Urbanismo Social y Ambiental, y Ciencia de Ciudades, con impacto en tres frentes: Desarrollo Económico, Justicia Territorial y Acción Climática.
“La creación de este espacio en la ciudad fortalecerá nuestras capacidades, permitirá ampliar alianzas y contribuir desde el conocimiento y la acción a diseñar soluciones concretas para mejorar la calidad de vida. Desde el Centro aspiramos a ser un punto de encuentro entre la academia, el gobierno, el sector privado y las comunidades, impulsando un diálogo público plural y orientado a la acción”, señaló.
Por su parte, Elsa Arcaute, profesora de Ciencia de la Complejidad en el Centre for Advanced Spatial Analysis (CASA) de University College London (UCL) y profesora honoraria en la Universidad de Hong Kong, destacó la importancia de integrar múltiples dimensiones del desarrollo urbano —como infraestructura, servicios, cohesión social, transporte y bienestar— en los modelos de análisis. También, planteó tres aspectos fundamentales para el desarrollo de una urbe sostenible:
Abogar por la creación de modelos urbanos humanos; los modelos permiten construir escenarios para anticipar cambios e innovaciones; replantear la definición de regiones metropolitanas no solo por límites administrativos, sino por flujos laborales y humanos.