Cada año, el 16 de junio se celebra el Día Mundial de las Tortugas Marinas, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de estas criaturas que habitan nuestros océanos desde hace más de 100 millones de años. Y qué mejor lugar para hacerlo que en Nayarit, un paraíso costero que no solo deslumbra por sus paisajes, sino que también es hogar y refugio de cuatro especies de tortugas marinas – de las 7 especies que se conocen en el planeta –: la golfina (Lepidochelys olivacea), la laúd(Dermochelys coriacea), la carey (Eretmochelys imbricata) y la verde(Chelonia mydas).
Anualmente Nayarit se ha convertido en uno de los principales santuarios del país para la anidación y liberación de tortugas, gracias al trabajo comprometido de campamentos y organizaciones de conservación, pero debes tener en cuenta que, entre junio y noviembre, miles de pequeñas tortugas emprenden su primer y más desafiante viaje hacia el mar.
Ser testigo de este ritual es más que una experiencia turística, ya que se trata de una práctica que dejará huella en el alma al entender su proceso de vida, sus largas migraciones, sostener una cría en tus manos, dejarla en la arena, nombrarla y verla desaparecer entre las olas mientras estás en uno de los paisajes más bellos de tu vida.
Conectar con la vida misma en las tierras nayaritas será posible en estos lugares:
Sayulita: Colorido, vibrante y lleno de vida, Sayulita es uno de los Pueblos Mágicos más encantadores de Nayarit. Su ambiente bohemio y surfista se mezcla con el compromiso ambiental. Durante la temporada, diversos campamentos organizan liberaciones abiertas al público, convirtiendo esta actividad en una experiencia espiritual que combina naturaleza y comunidad.
San Blas: Un lugar donde la historia y la biodiversidad se dan la mano. Este tranquilo pueblo costero fue cuna de exploradores y hoy es un refugio natural de aves y tortugas. El campamento Aayetsie Wakie permite a los visitantes involucrarse directamente en la liberación de tortugas, mientras aprenden sobre su importancia ecológica en uno de los oasis más encantadores en las playas de San Blas, un verdadero santuario para esta especie.
Punta de Mita: Reconocida como uno de los destinos más sofisticados de la Riviera Nayarit, Punta de Mita combina lujo y compromiso ambiental. Hoteles y organizaciones colaboran con programas de conservación para ofrecer a sus huéspedes la inolvidable vivencia de liberar tortugas en playas vírgenes, enmarcadas por verdes colinas y atardeceres de ensueño.
Bahía Balderas y Lo de Marcos: Enclavado entre la naturaleza y la tradición, Lo de Marcos mantiene viva la esencia de un auténtico pueblo costero. Aquí se ubica el campamento tortuguero de Bahía de Banderas, donde el respeto por la vida marina es parte del día a día. También destaca el campamento de Boca de Tomates, en San Francisco, que ofrece una experiencia cercana y educativa para quienes desean sumarse a la conservación.
Compostela: Este Pueblo Mágico, lleno de historia, leyendas y buena gastronomía, también forma parte de la ruta de la conservación. Sus costas albergan los campamentos Punta Raza (en El Monteón) y El Naranjo (en La Peñita de Jaltemba), espacios donde se combinan el trabajo científico, el amor por la naturaleza y la hospitalidad nayarita para crear una experiencia inolvidable.
Consejos para vivir esta experiencia única:
- Participa únicamente con organizaciones certificadas que trabajen en pro del bienestar de las tortugas.
- No uses luces brillantes ni manipules a las crías más de lo necesario.
- La liberación de tortugas es un acto de vida y esperanza. Aprovecha para reconectar con la naturaleza y reflexionar sobre tu papel en su conservación.
En Nayarit, liberar una tortuga no es solo una actividad; es un ritual de conexión con la vida, con el mar y con uno mismo. Una experiencia transformadora que te recuerda que los pequeños actos pueden tener un impacto inmenso.