Los trasplantes de células madre permiten tratar más de 75 enfermedades, algunas de ellas hematológicas, como leucemias, linfomas y anemias graves. Para muchas personas, este procedimiento representa la única alternativa para sobrevivir y recuperar su calidad de vida. En este contexto, diversos expertos convocaron a reflexionar sobre la importancia de los trasplantes de células madre.
En México, cerca del 70 por ciento de las personas que requieren un trasplante no logran encontrar un donador compatible entre sus familiares. Por ello, registros gubernamentales como de organizaciones médicas como NMDP México juegan un papel fundamental al ampliar las posibilidades de encontrar donantes no relacionados que pueden salvar la vida de muchos pacientes.
Este fue el caso de Víctor, un joven de 23 años, diagnosticado con síndrome mielodisplásico, quien gracias a un trasplante de células madre pudo seguir adelante con sus sueños y proyectos personales. “Víctor fue un paciente muy especial. Sus hermanas no eran compatibles, así que iniciamos la búsqueda en registros de donadores no relacionados. Acompañarlo en la espera y finalmente en el hallazgo de un donador fue profundamente significativo en lo profesional y en lo personal”, recordó la Dra. Flor Armillas hematóloga – internista, con alta especialidad en trasplante de células progenitoras hematopoyéticas.
La especialista enfatiza que el trasplante no es solo un procedimiento médico complejo, sino también un acto de profunda humanidad. Para muchas personas con enfermedades graves, esta intervención significa la única alternativa para sanar o prolongar su vida.
“Un trasplante exitoso devuelve al paciente la posibilidad de volver a convivir, trabajar, estudiar e incluso a construir un proyecto a futuro junto a sus seres queridos. Para la familia, este proceso es esperanza, equilibrio emocional y la alegría de ver nuevamente sonreír a quien más quieren”, expresó.
A pesar de los avances médicos, en México persisten desafíos que dificultan el acceso y éxito de los trasplantes, como barreras económicas, falta de infraestructura y una cultura limitada de donación. “Hay desinformación y miedo, pero hacerlo es un acto voluntario, seguro y que puede salvar vidas sin riesgos para el donador”, enfatizó.
El caso de Víctor también refleja la importancia del acompañamiento integral. “A pesar de su corta edad, fue un paciente muy fuerte. Tuvo momentos duros, incluso de depresión, sin embargo, es importante recalcar que el acompañamiento emocional es tan importante como el tratamiento médico. Un paciente que se siente contenido tiene más fuerza para seguir adelante”, explicó la Dra. Armillas.
La Dra. Armillas comenta que la mayoría de los pacientes describen recibir un trasplante de células madre como una experiencia similar a “volver a nacer”. Además, destaca que registrarse como donador podría significar ser la única persona en el mundo compatible con alguien que necesita una segunda oportunidad de vida.