Cargill obtuvo el primer lugar en el índice inaugural de Proveedores de Aceites Comestibles 2025, publicado por la organización sin fines de lucro global Access to Nutrition Initiative (ATNi). Esta clasificación reconoce el liderazgo de la empresa en la eliminación de los ácidos grasos trans de producción industrial (iTFA) de todo su portafolio de aceites comestibles, incluso en mercados donde no existe una regulación obligatoria.

El liderazgo de Cargill en este ámbito ha generado un impacto tangible para clientes y consumidores en todo el mundo. Chantilly, una marca muy apreciada en México por sus productos de panadería, repostería y confitería es un ejemplo destacado. La empresa reconoce a Cargill como un aliado clave en la eliminación de los ácidos grasos trans de producción industrial (iTFA) en las recetas de sus populares cremas para batir.

“Cargill nos brindó la experiencia y la tecnología necesarias para resolver desafíos cruciales, como mantener el sabor y la textura que nuestros consumidores y operadores esperan, al mismo tiempo que se preserva la funcionalidad adecuada para diversas aplicaciones culinarias”, afirmó Miriam Leticia Rodriguez Chigora R&D Chief. “Esto no solo resalta la capacidad de Cargill para ofrecer soporte técnico y soluciones innovadoras, sino también su compromiso con la salud del consumidor y el cumplimiento normativo”.

Estos esfuerzos forman parte de lo que ATNi evaluó en su primer ranking de los ocho mayores proveedores de aceites comestibles. La organización internacional de nutrición evaluó a las empresas con base en 19 indicadores distribuidos en cuatro categorías. Cargill obtuvo la puntuación general más alta, con un 81.4%, liderando en todas las áreas de evaluación, mientras que la empresa en segundo lugar alcanzó apenas un 14.2%.

Este reconocimiento se basa en un hito importante alcanzado en enero de 2024, cuando Cargill se convirtió en el primer — y hasta ahora el único conocido — proveedor global de aceites comestibles cuyo portafolio completo cumple con el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no más de dos gramos de ácidos grasos trans de producción industrial (iTFA) por cada 100 gramos de grasas y aceites en productos alimenticios, un umbral establecido para proteger la salud pública.

La transformación de Cargill comenzó años antes, mucho antes de la iniciativa REPLACE de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2018, que hizo un llamado a la eliminación global de las grasas trans industriales. La empresa invirtió millones en mejoras de capital, dedicó miles de horas a investigación y desarrollo y, ayudó a cientos de clientes a reformular sus productos. Hasta la fecha, Cargill ha contribuido a eliminar más de 1.5 mil millones de libras de productos que contenían iTFA de la cadena alimentaria global.

“Ser reconocidos por ATNi refuerza nuestra responsabilidad de liderar con propósito: ofreciendo nutrición segura y sostenible a través de las soluciones alimentarias e ingredientes que proporcionamos”, afirmó David VandenEinde, vicepresidente de R&D para el negocio de Food en Cargill América del Norte. “Este logro es el resultado de décadas de innovación, una estrecha colaboración con clientes como Chantilly y una inversión constante en soluciones mejoradas de aceites comestibles. Seguiremos plenamente comprometidos con los fabricantes de alimentos y otros participantes del sector, trabajando juntos para allanar el camino hacia una cadena alimentaria global más saludable y resiliente.”

Según el informe de progreso de la OMS de 2024, hasta finales de 2023, solo 53 de los 195 países del mundo —que abarcan apenas el 46% de la población global— habían adoptado una de las políticas de mejores prácticas de la OMS para limitar los ácidos grasos trans industriales (iTFA) en los alimentos. Esta realidad da un significado adicional al llamado de ATNi para que otros proveedores “sigan el ejemplo de Cargill”. La empresa no solo impulsó cambios dentro de sus propias operaciones y con sus clientes, sino que también ha actuado como catalizador del cambio a nivel global, colaborando activamente con organizaciones de salud para compartir experiencias y apoyar el desarrollo de políticas en mercados donde las regulaciones sobre iTFA aún están en proceso de formación.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *