Por Citlali Gómez Lepe, Presidenta de COMEPESCA y líder en Pesca con Futuro
En un mundo que enfrenta desafíos crecientes por el cambio climático, la seguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad, hablar de economía azul ya no es una opción, sino una urgencia. Este modelo, alineado con iniciativas globales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC 2025) que se estará llevando a cabo en Niza del 9 al 13 de junio, promueve el uso sostenible de los recursos marinos para el desarrollo económico, el bienestar social y la conservación ambiental. México, con más de 11 mil kilómetros de litoral, está en una posición privilegiada para liderar esta transformación a través del impulso a la pesca y acuacultura artesanal sostenible y los blue foods o alimentos azules, contribuyendo así al objetivo del ODS 14: Vida Submarina, y a la visión de la UNOC de: «anticipar los próximos pasos hacia 2030 y más allá».
¿Qué es la economía azul?
La economía azul, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), busca maximizar los beneficios económicos del océano sin comprometer su salud. Esto incluye actividades como la pesca, el turismo costero, la acuacultura, el transporte marítimo y la biotecnología marina. Sin embargo, su enfoque va más allá del crecimiento económico: promueve un equilibrio entre productividad, equidad social y sostenibilidad; este principio se refleja en los preparativos de la UNOC 2025, que enfatiza la necesidad de integrar a gobiernos, sector privado y comunidades locales en estrategias que garanticen la resiliencia oceánica y la justicia climática.
Blue foods: nutritivos, sostenibles y subvalorados
Los blue foods —peces, mariscos, moluscos, algas y otros productos acuáticos— representan una de las fuentes de proteína más eficientes y sostenibles del planeta. La FAO estima que estos alimentos contribuyen al sustento de más de 3 mil millones de personas en el mundo y son una alternativa clave frente a sistemas alimentarios de alto impacto ambiental, como la ganadería intensiva.
En línea con la UNOC 2025, que busca escalar soluciones basadas en la ciencia y la tradición local, México tiene la oportunidad de posicionar sus blue foods como modelos de sostenibilidad. Especies como el camarón, el atún, la sardina o el ostión no solo forman parte del patrimonio gastronómico nacional, sino que su producción responsable puede reducir la presión sobre los ecosistemas marinos, tal como lo demanda la agenda global de conservación.
Pesca artesanal: el corazón social de la economía azul
Según la FAO más del 90% de las personas que viven de la pesca a nivel mundial pertenecen a la pesca en pequeña escala.
La pesca artesanal, cuando se gestiona adecuadamente, tiene un menor impacto ambiental que la pesca industrial y mantiene prácticas tradicionales que respetan los ciclos naturales y el arraigo con sus comunidades. Fortalecerla implica mejorar el acceso a mercados, garantizar trazabilidad y promover tecnologías limpias, pero también apoyar la organización social y la equidad de género en el sector. Estos esfuerzos apoyan el llamado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos a «escuchar todas las voces del océano», reconociendo el papel vital de las comunidades costeras en la protección marina y la transición hacia modelos económicos inclusivos.
¿Por qué apoyar iniciativas como Pesca con Futuro?
Desde Pesca con Futuro trabajamos para conectar a los consumidores con productos acuáticos sostenibles, empoderar a las comunidades costeras y de aguas interiores, para generar conciencia sobre el valor de nuestros océanos. Somos una donataria autorizada, lo que permite a empresas, fundaciones y ciudadanos comprometidos deducir impuestos al mismo tiempo que contribuyen a un modelo alimentario más justo y resiliente.
Invertir en economía azul no es solo una apuesta ambiental: es una decisión estratégica para el futuro de México. Fortalecer a la pesca y acuacultura artesanal y fomentar el consumo responsable de blue foods nos lleva a un océano más sano, una sociedad más equitativa y un país con visión de largo plazo.