En el entorno dinámico actual que atraviesa la economía mexicana, las compañías de la industria de finanzas digitales (FinTech) son un eslabón muy importante para apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en el país; pues les permiten crecer en un ambiente económico y comercial incierto que exige mejor inclusión financiera y digitalización.

De acuerdo al INEGI, las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) mexicanas son fundamentales en la economía del país: contribuyeron con el 52 por ciento de los ingresos en 2024. Esto equivale a más de 13.2 mil millones de pesos, de los 25.4 mil millones del Producto Interno Bruto (PIB) reportado por dicho organismo público en el último trimestre del año pasado. Además, la totalidad de las MiPyMEs emplearon a más de 27 millones de personas, representando el 68 por ciento del total de personas que trabajan en el sector empresarial, según datos de la Secretaría de Economía.

Datos de Finnosummit señala que las FinTech ofrecen no sólo alternativas de crédito, sino redes de apoyo para las PyMEs. Aunque su crecimiento ha sido acelerado, el 70 por ciento se concentra en CDMX, 12 por ciento en Nuevo León y 8 por ciento en Guadalajara; el resto se reparte entre Querétaro, Puebla y EDOMEX.

Lo positivo es que, gracias a la digitalización, hoy las FinTechs pueden llegar a todo el territorio sin depender de una presencia física. Además, México es un mercado atractivo pero poco cubierto por los jugadores tradicionales, si bien ya hay propuestas maduras, una regulación adecuada es clave para escalar. Las PyMEs deberían coquetear con la tecnología: conocerla, probar soluciones y aprovechar su potencial.

“Aún existen muchas PyMEs en México que enfrentan barreras estructurales en su día a día. Son pocas las que acceden a capital, lo que dificulta la trazabilidad financiera y limita su acceso a soluciones de crédito más eficientes. Muchas siguen sin acceso a financiamiento adecuado, ni a herramientas tecnológicas que potencien su crecimiento”, dijo Carlos Missirian, VP of Business Development de la fintech MUNDI.

Apenas alrededor de una cuarta parte de las empresas relacionadas al comercio internacional en la región cuentan con acceso a financiamiento, de acuerdo a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés). En un estudio que realizaron en la región, ambas instituciones identificaron el potencial para crecer y diversificar el mercado, de duplicarse la cobertura y alinear los costos con los estándares de las economías avanzadas: un aumento de hasta 7.4 por ciento en las exportaciones y las importaciones nacionales –como resultado del crecimiento en el intercambio comercial y su integración con las cadenas globales de valor de los últimos años, especialmente en el sector manufacturero.

A pesar de su importancia en la economía nacional, apenas 5 de cada 10 empresarios en México ha solicitado algún tipo de financiamiento, siendo la banca tradicional el principal canal de acceso a capital (67 por ciento), seguida por los proveedores (46 por ciento) y familiares o amistades (10 por ciento), las instituciones financieras no bancarias quedan relegadas (9 por ciento) a pesar de los beneficias que brindan a las empresas: generalmente menor costo, así como mayor accesibilidad y eficiencia.

Es ahí donde el ecosistema FinTech en México tiene la capacidad de ofrecer soluciones financieras para las PyMEs y colaborar con el futuro financiero del país. Actualmente existen más de 1,100 compañías FinTech de todo tipo con operaciones en México: 803 FinTechs locales coexistiendo con 301 FinTechs extranjeras, según un análisis de Finnovista. Ellos han detectado que las FinTech locales han madurado en el último año: aún con un crecimiento moderado de 4 por ciento, registraron un aumento del 31 por ciento en sus ingresos anuales.

El acceso al financiamiento es particularmente relevante en el caso de las PyMEs, puesto que una parte limitada del comercio está respaldada por su financiación y a su cadena de suministro –mientras que en las economías avanzadas es de al menos 60 por ciento. Bajo este panorama, los modelos de negocio basados en tecnologías como el Buy Now, Pay Later (BNPL), la gestión inteligente de gastos corporativos y las plataformas de financiamiento, generan un impacto tangible.

Lisset May Cervantes, senior vicepresident of Sales de Kueski, señaló que “la tecnología financiera en México está fragmentada: no todas las PyMEs tienen el mismo nivel de digitalización ni entienden los beneficios que podrían obtener. Muchas siguen fuera del sistema bancario, lo que dificulta el financiamiento. Como FinTech, nuestro rol es claro: impulsar a aquellas empresas que han sido ignoradas por los jugadores tradicionales, crear incentivos adecuados y fomentar la educación financiera. Sin embargo, la adaptación tecnológica debe ir de la mano con un marco regulatorio que genere condiciones idóneas para su expansión.»

Por su parte, Ricardo Muñoz, VP de Marketing de Aplazo, subrayó que “con tecnología, hoy las PyMEs tienen acceso a herramientas que antes sólo estaban disponibles para los grandes jugadores: desde métodos de pago y financiamiento, hasta la posibilidad de integrarse plenamente al ecosistema digital. Estamos viviendo un cambio generacional donde muchas PyMEs son más disruptivas y están dispuestas a hacer las cosas distintas, aunque el miedo aún persiste. Es fundamental dejar atrás los estigmas y apostar por la digitalización en todos los aspectos. Se trata de identificar cómo hacer más eficientes sus procesos para enfocarse en lo que realmente importa: su crecimiento y expansión. Hoy, gracias a la tecnología, eso ya es posible”.

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