En un panorama de relaciones amorosas en constante evolución, un concepto está ganando atención en México y Latinoamérica: la anarquía relacional. Este enfoque desafía las normas tradicionales sobre cómo se construyen y mantienen los vínculos afectivos, proponiendo un modelo basado en la autonomía individual y el acuerdo mutuo, más allá de las jerarquías y expectativas preestablecidas.
De acuerdo al estudio “No Monogamia en Latinoamérica” realizado por la Aplicación de romance Gleeden y la consultora independiente, Dive Marketing, 33 por ciento de los mexicanos tienen intención de practicar la anarquía relacional, pero en la realidad solo 8 por ciento la ha practicado.
En el resto de América Latina, Brasil es el país que más la practica con un 28 por ciento, le sigue Colombia con un 12 por ciento y Argentina con un 5 por ciento.
Pero, una anarquía relacional, es una filosofía que aplica principios anarquistas a las relaciones íntimas. En su núcleo, sostiene que no existen reglas predeterminadas para el amor y la intimidad más allá de las acordadas por las personas involucradas. Esto significa cuestionar normas como la exclusividad romántica, la prioridad de las relaciones románticas sobre las amistades, o la idea de que ciertos tipos de relaciones deben seguir un camino preescrito (escalera relacional). Cada conexión se define individualmente por las personas que la componen, priorizando la comunicación, el consentimiento y el respeto mutuo.
De acuerdo con la investigación, el término «anarquía relacional» se popularizó a través de un ensayo de 2006 de la activista sueca Andie Nordgren. En este texto, la autora articuló nueve principios clave que sirven como base para esta filosofía, enfatizando la importancia del amor y el respeto, la autonomía, el consentimiento, la comunicación, la confianza, la especificidad de cada relación, el dinamismo, la gestión de los celos a través del apoyo y la construcción de relaciones basadas en lo deseado, no en lo esperado.
Si bien la anarquía relacional aún no es un término ampliamente conocido en México y Latinoamérica, existe un creciente interés en modelos de relación no monógamos y una mayor apertura a discutir alternativas a las estructuras tradicionales. Varias tendencias sugieren un potencial crecimiento en la exploración de la anarquía relacional.
Al respecto, Silvia Rubies, directora de comunicación de Gleeden Latam, reflexiona: “Si bien es prematuro predecir una adopción masiva, el interés en la anarquía relacional en México y Latinoamérica parece estar en aumento, impulsado por un deseo de relaciones más flexibles, auténticas y basadas en el consentimiento mutuo Por eso la app de Gleeden sirve para aquellas personas interesadas comiencen a explorar este tipo de vínculo.”