Cada 20 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Abejas, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas en 2018 para reconocer la importancia de estos polinizadores en la seguridad alimentaria, la biodiversidad y el equilibrio ecológico. La elección del día no es casual, ya que coincide con el nacimiento de Anton Janša (1734–1773), pionero de la apicultura moderna y originario de Eslovenia, país que impulsó esta iniciativa internacional.
El objetivo de esta celebración es sensibilizar sobre el papel fundamental que desempeñan las abejas y otros polinizadores en los ecosistemas, así como alertar sobre las amenazas que enfrentan, como el uso excesivo de pesticidas, el cambio climático, la pérdida de hábitat y la disminución de flores silvestres. Su protección es una tarea urgente, porque su existencia está directamente ligada a la nuestra.
A nivel ambiental, estos insectos son responsables de polinizar aproximadamente el 75 % de los cultivos que consumimos diariamente. Gracias a su trabajo, es posible la reproducción de plantas y flores, lo que garantiza no sólo alimentos como frutas, verduras y semillas, sino también el equilibrio de los ecosistemas. Sin ellos, el impacto sería devastador: menos comida, pérdida de especies vegetales y una cadena ecológica profundamente afectada.
Sin embargo, su valor no termina ahí. También representan una oportunidad de desarrollo social y económico. En comunidades rurales, la apicultura permite a las familias obtener ingresos mediante la producción, así como venta de miel y sus derivados. Tal es el caso de comunidades de Yucatán, donde Saber Nutrir, el programa de responsabilidad social de Grupo Herdez, ha equipado a 15 apicultores con cajas y extractores de miel. Gracias a este impulso, hoy estos beneficiarios no sólo cosechan este dulce natural, sino que también han comenzado a transformarla en productos artesanales que les permiten generar ingresos para sus hogares.
Al elegir miel artesanal, estamos contribuyendo a mantener viva una tradición ancestral, a reducir la huella ambiental del transporte de alimentos y, sobre todo, a fortalecer el tejido social de zonas rurales donde la apicultura representa una fuente de sustento digna y sostenible.
Además de su sabor único, es un ingrediente natural con grandes propiedades, aquí te dejamos una receta de un snack saludable y práctico para recargar energía.
Barritas energéticas caseras con miel y avena
En un tazón, mezcla:
- 1 taza de avena
- 1/2 taza de crema de cacahuate natural
- 1/3 de taza de miel
- Un puñado de semillas (como chía o linaza)
- Frutos secos picados (como almendras o arándanos)
Revuelve hasta obtener una mezcla homogénea. Colócala en un recipiente plano con papel encerado, presiona bien y refrigera por al menos una hora. Luego corta en barritas del tamaño que prefieras.