Con el anuncio de aranceles a diversos países realizado por Donald Trump durante lo que lleva en su periodo presidencial, se ha redefinido drásticamente el panorama del comercio global. Una de las grandes sorpresas fue que el T-MEC funcionó como un escudo que protegió a México y Canadá de la mayoría de esos impuestos, posicionando al país como un destino estratégico para la relocalización de cadenas productivas, fenómeno mejor conocido como nearshoring.

De acuerdo con Grupo Hi-Tec, antes de este giro comercial internacional, la inversión proyectada en México rondaba los 80,000 millones de dólares para 2027. Este fenómeno representa una oportunidad de crecimiento del 2.6 por ciento anual del PIB entre 2022 y 2027. Es decir que, si las industrias nacionales realizan una apuesta adecuada, esta proyección puede aumentar mucho más como una inyección de nuevas oportunidades para el país.

Sin embargo, este aumento acelerado de la actividad industrial ha generado presión sobre las redes eléctricas nacionales. La Secretaría de Energía federal reporta (en su plan 2021-2025) que el 36.3 por ciento del consumo eléctrico nacional corresponde a empresas medianas, y un 23.9 por ciento a grandes industrias. Sumado al 5.6 por ciento del sector comercial, esto implica que más del 50 por ciento de la energía consumida en México proviene del sector productivo.

En un escenario donde el nearshoring seguirá creciendo y donde la infraestructura energética será decisiva, el almacenamiento de energía representa una oportunidad estratégica para fortalecer la competitividad del país, generar empleos de alto valor y transformar a México en un líder de la nueva economía global.

“La transición energética está cambiando la forma en que producimos y consumimos energía, pero la seguridad energética debe seguir siendo una prioridad absoluta. La electricidad es, de hecho, un vector energético interrumpible. Esto queda claramente demostrado por la presencia de apagones en otras naciones, así como por la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos.

A diferencia del diésel o el gas, la electricidad no se puede almacenar en grandes cantidades. Un sistema eléctrico fiable debe incluir soluciones de energía de respaldo fiables y de fácil acceso, como grupos electrógenos con un mantenimiento adecuado”, destaca Fernando Velasco, director general de Generac México.

Hoy, la generación distribuida, los grupos electrógenos y los sistemas avanzados de almacenamiento energético ya no son recursos exclusivos para emergencias, sino elementos estratégicos para garantizar el funcionamiento continuo de las infraestructuras modernas.

Por ello, debemos ofrecer soluciones sólidas y escalables para instituciones, empresas y comunidades. Casos como los registrados en Europa, así como otros eventos similares en diferentes regiones del mundo, refuerzan la urgencia de invertir en respaldo energético capaz de asegurar la continuidad operativa en cualquier circunstancia.

Recordemos que, en marzo de 2025, se dieron una serie de apagones que afectaron el sureste mexicano. Miles de habitantes en Quintana Roo, Tabasco, Yucatán y Campeche quedaron sin electricidad debido a una serie de apagones. La interrupción impactó hogares, comercios, servicios básicos y dificultó las comunicaciones al dejar también sin señal celular a muchas familias.

“En caso de una interrupción en el suministro eléctrico, los generadores eléctricos entran en operación de manera automática, proporcionando energía de respaldo de forma inmediata. Esto permite que las actividades cotidianas continúen sin interrupciones. Una vez que se restablece el servicio eléctrico, el generador se apaga también de forma automática, asegurando que su uso se limite únicamente a situaciones de emergencia.

Este tipo de sistemas ofrecen una solución eficiente, segura y confiable para mantener la continuidad operativa en todo momento. Como empresa, impulsamos tecnologías confiables, escalables y adaptables a un entorno cada vez más digital y exigente. De esta manera, apoyamos a empresas, gobiernos y comunidades en la construcción de un futuro energético más seguro, sostenible y accesible para todos”, apunta.

Por ello, es indispensable contar con soluciones en energía que garanticen eficiencia, sostenibilidad y continuidad operativa. Al respecto, los sistemas de almacenamiento de energía (BESS) también es una herramienta clave para afrontar estos retos. Entre ellos están las baterías de litio de la empresa Quartux, que destacan por su capacidad de almacenar energía durante los momentos de menor demanda, cuando el costo es más bajo, liberándola cuando el consumo se incrementa, generando ahorros de hasta 40% en el recibo de la CFE con tarifas gdmth.

Sus sistemas de almacenamiento de energía y su plataforma basada en inteligencia artificial permiten optimizar el consumo energético de forma personalizada. Asimismo, actúan como respaldo eléctrico ante apagones, reduciendo significativamente las interrupciones operativas y contribuyendo a la disminución de emisiones de carbono.

Estas soluciones energéticas también pueden reforzar la estabilidad energética en sectores industriales críticos, elevando el atractivo de México para compañías globales con políticas robustas de responsabilidad social y compromiso ambiental (y abriendo la posibilidad a incentivos fiscales para este tipo de emprendimientos).

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