¿Cuánta comida se desperdicia realmente en los hogares mexicanos? ¿Qué factores influyen en este problema y qué acciones pueden tomarse para reducirlo? Para responder a estas preguntas, la Red de Bancos de Alimentos de México (Red BAMX), su programa Pacto por la Comida y la consultoría SIPRA, realizaron el Estudio de Medición del Desperdicio de Alimentos en los Hogares Mexicanos 2024, con el apoyo del INEGI, bancos de alimentos, autoridades municipales, instituciones educativas, ONG y voluntarios, con el financiamiento de la Fundación Posner de Pittsburgh.

En este esfuerzo sin precedentes, se analizaron 1,119 hogares en seis ciudades representativas de cada una de las regiones socioeconómicas del país (Guadalajara, La Paz, Puebla, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez y Cancún), realizando mediciones directas e indirectas para conocer el volumen de la comida que se desperdicia y percepción del desperdicio. Pocos países han desarrollado estudios de este tipo, lo que posiciona a esta iniciativa como un referente a nivel mundial.

El estudio reveló datos clave sobre el perfil del desperdicio de alimentos en los hogares mexicanos. En promedio, cada persona en México desperdicia 0.22 kilogramos de comida al día, lo que equivale a 80 kilogramos al año por habitante, colocándolo entre los países con mayores niveles de desperdicio.

El análisis también mostró que el desperdicio varía por región y nivel socioeconómico. En ciudades turísticas como Cancún y La Paz, los hogares en situación de mayor marginación registraron índices más altos. Asimismo, se detectó que los fines de semana se genera un mayor volumen de desperdicio, sobre todo en Monterrey y Cancún.

Uno de los hallazgos más relevantes es que los hogares de ingresos medios son los que más desperdician. Además, los alimentos que más se tiran son frutas, verduras, pan, tortillas y harinas, productos que podrían haberse consumido sin problema. Finalmente, el estudio confirmó una fuerte desconexión entre percepción y realidad: la mayoría de las personas subestima cuánto realmente desperdicia.

“Lo que no se mide, no se puede mejorar. Este estudio nos da una fotografía precisa del problema y nos permite tomar decisiones basadas en evidencia para transformar el sistema alimentario y reducir el desperdicio desde el origen”, señaló Mariana Jiménez, Directora General de Red BAMX.

Este estudio marca un paso decisivo para comprender el problema desde su raíz y actuar con base en evidencia. Gracias a esta información, se podrán desarrollar políticas públicas más efectivas, campañas de educación y sensibilización que involucren a todos los sectores de la sociedad, y fortalecer programas de redistribución alimentaria para que más comida llegue a quienes verdaderamente la necesitan. El compromiso de Red BAMX y sus aliados es claro: avanzar hacia un México sin hambre, donde cada alimento cuente y se aproveche al máximo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *