De acuerdo con el estudio Trust, attitudes and use of AI de KPMG, la inteligencia artificial (IA) ya no es una tecnología emergente, sino una fuerza integral de las empresas que está transformando el funcionamiento de todas las industrias, así como redefiniendo el entorno laboral e influyendo en la vida cotidiana a un ritmo sin precedentes.
El informe revela que, si bien la IA plantea riesgos significativos que deben gestionarse con oportunidad y diligencia, 91 por ciento de las personas encuestadas en México esperan que la IA ofrezca una serie de beneficios, y 79 por ciento ya ha experimentado impactos positivos de forma directa.
Por ejemplo, 88 por ciento afirma que la IA le ha permitido reducir el tiempo dedicado a tareas rutinarias o repetitivas, lo que ha ayudado a agilizar procesos y mejorar la eficiencia; sin embargo, 55 por ciento reporta haber experimentado pérdida de interacción y conexión humana como consecuencia de su uso.
En este contexto, el estudio de KPMG pone en evidencia tanto los beneficios como los desafíos al incorporar esta tecnología, principalmente relacionados con la confianza, las actitudes en torno a su despliegue y las mejores prácticas para un uso responsable, ya que actualmente la gobernanza y las regulaciones en la materia no están a la altura de la velocidad de su implementación, lo que genera un entorno de riesgo complejo a nivel mundial.
“Diversas compañías están implementando IA rápidamente, sin considerar detenidamente las estructuras requeridas para garantizar la transparencia, la responsabilidad y la supervisión ética, los cuales son aspectos fundamentales para generar confianza”, refiere Félix Moreno, director de Digital Lighthouse de KPMG México.
Uno de los principales hallazgos del informe se relaciona con la capacitación del talento. En nuestro país, 63 por ciento de quienes respondieron la encuesta creen tener las habilidades y conocimientos necesarios para utilizar IA de forma adecuada, mientras que 46 por ciento ha recibido algún tipo de capacitación formal o informal en la materia, y 75 por ciento piensa que puede utilizar este tipo de herramientas de manera eficiente.
Por otro lado, en el entorno laboral, 76 por ciento señala que su empresa emplea IA; de hecho, 80 por ciento de las personas utilizan IA de manera intencionada para desempeñar sus actividades en el trabajo, lo que, además de traer ventajas, puede conducir a potenciales riesgos. Por ejemplo, 42 por ciento indica que la mayor parte del tiempo no podría completar su trabajo sin la ayuda de la IA, y 47 por ciento prefiere apoyarse en esta tecnología para realizar una tarea en lugar de aprender cómo hacerla; en este sentido, 59 por ciento teme rezagarse, si no la incorpora en sus labores.
Aunado a lo anterior, 55 por ciento reconoce haber utilizado IA de manera inapropiada en el entorno laboral, al tiempo que 53 por ciento ha cometido errores debido a su uso, y 44 por ciento la ha empleado de formas que contravienen las políticas de la empresa. Asimismo, 68 por ciento confía en los resultados proporcionados sin evaluar su precisión, y 53 por ciento presenta el contenido arrojado por las herramientas como propio.
Finalmente, en materia de privacidad, 32 por ciento afirma que el uso de la IA ha incrementado los riesgos de cumplimiento en su organización, mientras que 51 por ciento considera que esta tecnología puede realizar aspectos clave de su trabajo.
“Es importante destacar que, a pesar de que más de la mitad de las personas encuestadas reportan mayor eficiencia, calidad e innovación en su trabajo gracias al uso de la IA en sus compañías, y que una proporción similar expresa haber observado un crecimiento en las actividades que generan ingresos, tres de cada diez perciben un incremento en la presión y el estrés, así como en la carga de trabajo”, concluye Gustavo Gómez, socio líder de Inteligencia Artificial de KPMG México.