El hotel City Centro by Marriott Oaxaca abrió sus puertas a la exposición «Las Naves» del reconocido artista oaxaqueño Max Sanz, la cual se llevó a cabo del 5 al 26 de abril de 2025, en un horario de 11:00 a 14:00 horas. Ubicado en el corazón del Barrio de Jalatlaco, el hotel se transformó en un espacio de diálogo entre la escultura contemporánea y la arquitectura histórica, ofreciendo a huéspedes y visitantes una experiencia cultural única.
Max Sanz, reconocido por su exploración de materiales y su capacidad para crear obras que interactúan con su entorno, presentó en esta exposición una serie de esculturas que desafiaron los límites de la exhibición tradicional. Las piezas, elaboradas en resina y metal, se integraron armónicamente con los espejos de agua, los jardines y la arquitectura del hotel, invitando al espectador a vivir un recorrido inmersivo.
El artista oaxaqueño cuenta con una sólida trayectoria en exposiciones individuales y colectivas tanto en México como en el extranjero. Su obra se ha caracterizado por la innovación en el uso de materiales y por su capacidad de interactuar con los espacios donde se presenta.
La exposición «Las Naves» tuvo como sede el hotel City Centro by Marriott Oaxaca, una antigua casona de estilo porfiriano que fue restaurada cuidadosamente para preservar sus elementos originales, como un pozo localizado en el patio central que fue convertido en una fuente y espejo de agua, acompañado por un majestuoso árbol de Pochote con más de 200 años de antigüedad.
Este escenario, que albergó la muestra artística, ofreció una postal típica de la ciudad de Oaxaca, al contar con una fachada del siglo XIX y una mezcla armoniosa entre elementos coloniales y detalles contemporáneos. Espacios como el bar, con sus barras recubiertas en barro verde, y el lobby con pisos de pasta artesanal elaborados por artesanos oaxaqueños, complementaron la experiencia.
Al finalizar el recorrido por la exposición, los visitantes pudieron disfrutar de la Terraza Centro del hotel, con su espectacular vista panorámica al Templo de San Matías, y acompañar la experiencia cultural con una deliciosa comida y una bebida refrescante.