El ecosistema de la publicidad digital se está viendo comprometido por una amenaza creciente, el llamado malvertising, o publicidad maliciosa, ha experimentado un preocupante aumento durante el último año.

Según un informe reciente de GeoEdge, los niveles de malvertising aumentaron un 10 por ciento en 2024, con auto-redireccionamientos representando el 45 por ciento de todos los ataques —un incremento del 25 por ciento respecto al año anterior. El 56 por ciento de los anuncios maliciosos apuntan a usuarios móviles, muchos de los cuales dirigen a estafas de soporte técnico falso y páginas de phishing.

Este incremento se debe a que los estafadores utilizan contenido deepfake generado mediante inteligencia artificial, técnicas de camuflaje (cloaking) y redireccionamientos sofisticados para evadir los sistemas de verificación de anuncios. Estos anuncios fraudulentos no solo engañan a los usuarios, sino que también afectan gravemente la reputación de los editores y provocan importantes pérdidas económicas.

Los editores a menudo no detectan estas estafas hasta que es demasiado tarde, lo que les obliga a lidiar con usuarios frustrados y puntuaciones de calidad publicitaria en declive. Frente a este panorama, urge proteger a su audiencia y sus ingresos sin poner en riesgo a la rentabilidad publicitaria.

“En 2024, hemos detectado más de 990 mil incidentes de campañas fraudulentas, con sitios engañosos representando casi el 64 por ciento de los casos. Estas amenazas van desde testimonios falsos hasta URLs maliciosas que comprometen la seguridad del usuario tras el clic. Creemos firmemente que proteger a los usuarios no debe significar sacrificar ingresos. Por eso, desarrollamos tecnología que garantiza una experiencia publicitaria segura, transparente y rentable para todos los participantes del ecosistema digital”, señala Ana Trejo Vázquez, Directora de Adquisición de Publishers en MGID Latam.

Para combatir el malvertising de forma efectiva, indicó que se debe implementar un enfoque multicapa que combina automatización avanzada, inteligencia artificial, integraciones estratégicas y control humano: Moderación con IA, que analiza en tiempo real tanto los anuncios como las páginas de destino, detectando fraudes, afirmaciones engañosas y técnicas de camuflaje (cloaking). Esta tecnología aprende de amenazas anteriores y se actualiza de forma continua para bloquear nuevas tácticas de estafa más rápido de lo que los estafadores pueden adaptarse.

Integración con GeoEdge, que incorpora un escaneo continuo contra redireccionamientos, cloaking y phishing, respaldado por modelos de IA y una política estricta de verificación KYC/KYB para anunciantes. La tolerancia al malware es cero.

Sin olvidar la importancia de la supervisión humana, pues se requiere de revisar manualmente los anuncios sospechosos, responde de forma inmediata a alertas de fraude y ajusta las políticas de seguridad de forma constante.

Por otro lado, anticipa a nuevas amenazas con actualizaciones proactivas, análisis de comportamiento para detectar reincidencias y un sistema híbrido de verificación que une tecnología y revisión experta. “Los anuncios fraudulentos no son un simple inconveniente: destruyen la confianza, dañan la reputación del editor y amenazan los ingresos a largo plazo. Ante estafadores cada vez más sofisticados, los editores deben actuar de forma proactiva.

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