El Dr. Ernesto Cardona, director de Educación del sistema GREHTA (Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial México), señaló que urbes como Querétaro que crecen sin tener en consideración las necesidades en salud de los individuos, se generan las condiciones idóneas para que la hipertensión arterial se detonen en su población.
Explicó que el tránsito, el exceso de industrias, crecimiento urbano desordenado, poca cultura de la prevención de la salud, etc., son factores que desembocan en que ciudades emergentes como Querétaro, Puebla, Cancún, Tijuana, son de los sitios más proclives a tener población con hipertensión arterial alta. “Es urgente que se atienda este problema sanitario desde una visión multisectorial”.
Señaló que estas ciudades con alta presencia industrial y alza poblacional, son polos de error en el modelo de desarrollo social y sanitario. Se deben tener más ciudades medianas y no replicar megaciudades, pues deriva en mayor nivel de contaminantes y daños a la salud.
Debemos tener urbes como San Juan del Rio con mejor conectividad, con trenes, trasporte público adecuado y espacios verdes, que permite que la gente tena aire limpio y con viviendas dignas.
Abundó que más de 50 por ciento de personas que padecen hipertensión no saben que tienen esta enfermedad. Esta enfermedad que se pudo prevenir al modificar los factores de riesgo que es el estilo de vida, que va más allá del sedentarismo, como es el trastorno del sueño, aspectos como la contaminación del aire y del ruido que inciden en daños metabólicos.
Por ello, se deben informar estos factores y sean atacados de forma holística, que se asentían en el modelo de vida de los mexicanos. Se requiere actuar en todos los rubros sociales.
El problema es el nivel de educación de los mexicanos que se es segundo lugar mundial en presencia de automóviles, que deriva en tránsito y caos urbano, segundo del mundo en consumo de refrescos, segundo sitio mundial en uso de videojuegos que derivan en sedentarismo, todos son aspectos que derivan en altas cifras de hipertensión.
El cambio de estilo de vida provoca que la hipertensión aparezca de edades más tempranos. Se requiere que estos pacientes estén diagnosticados, en especial en los mayores de 50 años se dispara al 50 por ciento de afectados.
Existen países que hasta pueden llegar al 40 por ciento. Se estima que en el mundo son 1,200 millones de individuos con este padecimiento. Ello de una población global de poco más de 8 mil millones de individuos.
Luis Alcocer Díaz, presidente de la Asociación Latinoamericana de Hipertensión, dijo que esta enfermedad provoca una reducción de la expectativa de vida. Se estima que acorta hasta 7.5 años de vida. “Todos nos vamos a morir, pero existen siete componentes que se aceleran en la vida, como es la presión, colesterol, azúcar, el peso corporal, alimentación, sedentarismo y el sitio de vida. No olvidar que un 70 por ciento de mexicanos tienen sobrepeso, dijo.
La hipertensión arterial es una constante humana que se empeora en las condiciones de vida de los individuos y crece en personas con limitantes de una mejor dieta y alto nivel de diabetes. Los factores de riesgo son más controlados en naciones más desarrolladas. No tratar la hipertensión es cinco veces más costoso que el atender la enfermedad.
Por su parte, José Manuel Enciso, director de GREHTA, indicó que el control de la hipertensión es muy pobre, en el caso de México se sufre mucho por la discapacidad que derivan de esta enfermedad. Se tiene que atender el problema desde los primeros niveles. No esperar que lleguen las personas ya muy afectados. Lamentó que un 90 por ciento de los gastos clínicos se enfocan en las últimas etapas de las enfermedades y no se tiene una visión preventiva.
La más urgente de las motivaciones de GREHTA son los resultados de las estadísticas nacionales, que por décadas nos siguen mostrando que la cantidad de mexicanos hipertensos sigue siendo igual o mayor al 30 por ciento, y que la cifra de personas que viven con esta enfermedad y no lo saben, va en aumento, particularmente en los menores de 40 años, en donde se estima que más de un tercio de ellos se encuentran en esta situación.