Fotografía cedida este viernes por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que muestra a un campesino en un cultivo de cebada, en un campo de Ciudad de México (México). EFE/ Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) / SOLO USO EDITORIAL/ SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRICULTURA) informa que el componente de las Actividades Primarias del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mostró una tasa de crecimiento de 4.3% trimestral y 7.5% anual en marzo, esto significa que la producción agrícola mostró un crecimiento relevante en cultivos clave de la canasta básica en dicho periodo, fortaleciendo así la soberanía alimentaria de México.

Destaca el caso del frijol, cuya producción aumentó 13.6% respecto al mismo periodo de 2024, lo que refleja avances hacia la autosuficiencia alimentaria. También se registraron incrementos importantes en papa (12.3%), zanahoria (23.1%), limón (22.1%), naranja (55.5%) y maíz grano blanco (4.4%). Estos resultados evidencian el impacto positivo de los apoyos al campo (a través de los Programas del Bienestar) y el esfuerzo sostenido de las y los productores para asegurar alimentos suficientes y de calidad a la población mexicana.

Estos datos del IGAE coinciden con los resultados definitivos del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre de 2025, que reflejan una expansión del sector primario de 7.8% trimestral y 6.7% anual. Esta dinámica explica prácticamente la totalidad del crecimiento del PIB nacional en el primer trimestre del año, que fue de 0.2% trimestral y 0.6% anual.

Los datos más recientes del Índice de Volumen Físico Agropecuario (IVF, base 2018) –que mide la evolución real de la producción agropecuaria nacional eliminando el efecto de los precios– confirman el repunte del sector: en marzo de 2025, se registró una variación desestacionalizada de 3.1% y un incremento anual de 3.6%, impulsado por el crecimiento de 5.5% en el componente agrícola. Destacan aumentos en cultivos cíclicos como frijol (12%), papa (8.8%), trigo grano (1.3%), sorgo grano, caña de azúcar y maíz forrajero, así como en cultivos perennes de alta participación como aguacate, agave, alfalfa verde y limón.

El componente pecuario creció 3.4% anual, impulsado por aumentos en la producción de carne en canal de ave (4.1%), carne bovina (2.1%), carne porcina (3.3%), leche de bovino (3.8%) y huevo (4.3%), productos que en conjunto representan el 97.3% del valor constante del subsector.

Aunque la sequía ha sido uno de los principales factores limitantes para la producción agropecuaria –con un promedio de afectación territorial del 28% en 2024–, su intensidad y extensión han comenzado a disminuir: entre julio y diciembre de 2024, el promedio bajó a 18%, y durante los primeros meses de 2025 la tendencia continuó a la baja. Comparado con el mismo periodo del año anterior, se observa una reducción de 20 puntos porcentuales en la superficie afectada por sequía moderada, como se muestra en la Tabla 1.

En conclusión, los programas de apoyos directos al campo impulsados por el Gobierno de México a través de los Programas del Bienestar, junto con la resiliencia de las productoras y los productores, han contribuido a consolidar un campo fuerte, capaz de enfrentar los retos derivados del cambio climático y de un entorno internacional incierto.

En este contexto, en marzo de 2025 la producción de maíz grano blanco alcanzó las 462 mil 942 toneladas, lo que representa un incremento de 19 mil 629 toneladas respecto al mismo mes del año anterior (4.4%). Este aumento refleja una mayor disponibilidad del grano en el ciclo otoño-invierno, especialmente en unidades de producción bajo riego, y contribuye directamente al abasto nacional de maíz blanco no transgénico destinado al consumo humano.

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