xr:d:DAF-KGMQHDY:167,j:362960578448120167,t:24030609

 

En México, más de 30 millones de personas padecen hipertensión arterial, es decir, una de cada cuatro tiene este padecimiento y el 46 por ciento lo desconoce. Esta enfermedad ocasiona cerca de 50 mil fallecimientos anualmente en el país. Si no se controla puede provocar infarto al miocardio, insuficiencia cardiaca, accidente vascular cerebral y/o arritmias cardiacas.

“El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar la presión arterial, lo que dificulta que la sangre fluya por el organismo. Se habla de hipertensión cuando la presión de la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta, por arriba de 130/90 mmHg; es muy importante recalcar que muchos pacientes pueden no tener ningún síntoma, la presión arterial por arriba de 180/120 mmHg requiere atención médica inmediata”, destacó el cardiólogo Hugo Radillo, director del Centro de Atención Cardiometabólica en Guadalajara.

En etapas iniciales la hipertensión carece de síntomas, por ello es tan alto el porcentaje de quienes desconocen que la padecen. Conforme avanza, lo más común es sentir dolor de cabeza, zumbido en el oído, sensación de ver luces, náuseas, vómito, sangrado nasal recurrente e incluso palpitaciones. En su segunda fase también puede provocar cansancio, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.

Existen factores de riesgo modificables, entre los que figuran las dietas inadecuadas (consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y hortalizas), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol, el sobrepeso y la obesidad. Por otro lado, hay factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o enfermedades en el riñón.

“La obesidad y la hipertensión están estrechamente vinculadas: la obesidad aumenta el riesgo de hipertensión, y esta puede dificultar el control del peso. Por eso, es fundamental realizar chequeos médicos periódicos para monitorear la presión arterial y otros indicadores clave como colesterol y glucosa, además de mantener un peso saludable”, dijo.

Por su parte, Mike Vivas, director Médico de Novo Nordisk México, dijo que “nuestro propósito de generar un cambio para derrotar las enfermedades crónicas graves, estamos comprometidos en proporcionar soluciones efectivas para los adultos que viven con obesidad y sus comorbilidades asociadas, como la hipertensión».

Más allá de la seguridad y eficacia que las terapias farmacológicas han demostrado para el manejo del peso y la obesidad, resultados clínicos con el uso de semaglutida 2.4 mg en el estudio SELECT muestran clínicamente mejoras relevantes en los factores de riesgo cardíaco, renal y metabólico en pacientes con obesidad, entre ellos, reducción en la presión arterial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *